domingo, 21 de diciembre de 2014

Navidad

Otra vez la Navidad, con sus falsas esperanzas.
Cada año me conozco un poco más y ahora se que no hay nada de malo en detestar las cenas sociales, el tumulto de gente en las tiendas, los anuncios manipuladores y las falsas vacaciones, porque siguen siendo las vacaciones de los demás, y yo acabo teniendo el doble de trabajo y teniendo que compaginar el estrés laboral con los compromisos sociales y familiares.
Ya no me siento culpable, entiendo por fin que no hay nada de malo en odiar la Navidad.
Así que cerraré los ojos y esperaré a que pase rápido... otro año más.



martes, 2 de diciembre de 2014

Alegoría de la caverna

Muchas veces mi cerebro entiende cosas y situaciones más rápidamente que los demás.
Algunos asuntos que para algunos son puzzles y laberintos, para mi son caminos rectos y despejados. En seguida veo la solución a algunos problemas, o al menos la explicación.
En ocasiones tengo la sensación de estar fuera de la caverna de Platon, observando como los demás se limitan a ver pasar sombras mientras yo lo veo todo claro.
Por un lado es revelador y un alivio saber la verdad. Pero si nadie mas la comparte, y todos piensan lo contrario porque están en tinieblas... ¿No sería mejor taparse los ojos y unirse al club? Si todo el mundo esta loco, ser el único cuerdo te hace sentir el mas loco de todos.
Por otra parte pienso... Y si lo que yo creo que es el exterior de la caverna es en realidad una cueva aun mas grande de la que no soy consciente?  Y si sigo en tinieblas y no lo se?

sábado, 29 de noviembre de 2014

Beautiful Freak


El otro día escuchando la canción Beautiful Freak de los Eels en el coche pensaba en lo mucho que me gustaría que alguien me dedicara esas palabras tan bonitas:


Eres un precioso bicho raro 
Me gustaría que hubiera más como tú 
No eres como todos los demás 
Y es por eso que te quiero

Luego me dio por analizarme a mi misma. Llegué a la conclusión de que tengo dos personalidades. Una de ellas se odia a si misma. Piensa que soy una perdedora, poco inteligente, que no vale para hacer nada y que es normal que nadie la quiera. 
Y luego existe otra persona dentro de mi que piensa todo lo contrario. Cree que soy especial, que si no encajo con la gente es porque no soy de este mundo y que puedo hacer cualquier cosa que me proponga.
Así que ese día, en el coche, una de mis personalidades le dedicó esta canción a la otra. Se la cantó en voz alta, de todo corazón, con mucho cariño:

Eres un precioso bicho raro,
Demasiado bueno para este mundo 
Pero espero que te quedes, 
Yo estaré aquí para ver que no te desvaneces

y me puse a llorar de alegría por ver que en el fondo aun me quiero a mi misma.


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Aventuras de una (relativamente) joven gestora de exportación

Hoy he aprendido la diferencia entre un contenedor de 20 pies y uno de 40.
Todo el día de hoy ha girado en torno a ese descubrimiento. Gracias a mi manía por controlarlo todo y preguntar de forma cansina por los detalles de cada procedimiento (señal inequívoca de mi inseguridad y mi necesidad de reafirmación) no ha llegado la sangre al río y al cliente le hemos cargado en el contenedor correcto. Podría haber sido peor.
A veces mi falta de seguridad lucha una batalla encarnizada contra mi vergüenza a preguntar.
Pero la cantidad de dinero que esta en juego en algunas entregas es mas de lo que podría pagar yo en un año. Un paso en falso y se me cae el pelo! Así que la vergüenza acaba perdiendo la guerra. El miedo gana.
Creo que todos los gestores seguimos trabajando día a día manejando contenedores y barcos como si fueran soldaditos de plomo, sin pensar demasiado en las cantidades de dinero que dependen de nuestra gestión. Ser conscientes de esa realidad no nos dejaría dormir.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Interstellar

No sabía a lo que iba. No tenía ni idea de lo que me iba a encontrar.
Al principio resultó muy lenta y aburrida, pero esa historia previa era necesaria para la segunda parte de la película, la aventura llena de lineas temporales que finalmente se unen y le dan sentido a todo.


Una aventura en la que el tiempo es el tema principal. Hace que la vida que vivimos y   nuestra pequeña existencia pierdan significado. La linea temporal no tiene la forma que nosotros le damos, y el hecho de no tener la capacidad de controlarla me hace sentirme tremendamente inútil, más de lo habitual.
Pero supongo que en este tema del universo, las dimensiones y el espacio... somos todos igual de inútiles.

Normalmente cuando uno lee un libro, se imagina las imágenes de la historia en su cabeza. Con "Interstellar" ha sido a la inversa. Cada escena de la película me la imaginaba descrita en un libro, ampliando más los detalles de lo que estaba pasando, dándole mas significado a lo que estaba viendo. Es una película con formato literario, digna de estar basada en relatos de Philip K. Dick o Asimov.

Y me ha gustado que todo tuviera respuestas, que el final no quedara abierto, como en muchas otras películas de ciencia ficción. En "Interstellar" todos los cabos quedan bien atados y todas las sub-historias resueltas.
3 horas muy entretenidas que no se me hubieran hecho largas si no fuera porque pasé gran parte de la película con ganas de ir al baño.

No la volvería a ver. Es la clase de película que te sorprende por el final. Una vez ya sabes lo que ocurrirá, el resto es paja. Pero si que leería el libro si existiera uno, para poder regocijarme en los detalles que no aparecen en la película, y llegar a entender muchos de los temas de física cuántica que se me escaparon durante la historia. Quizás alguien publique algún día "Interstellar for Dummies".

martes, 18 de noviembre de 2014

Domingos de montaña y de meditación

Es un hecho. Activar tu cuerpo te pone de buen humor. Lo he experimentado tantas veces y en tantas ocasiones que ya puedo racionalizarlo y hablar de ello de forma empírica.
Cuando no salgo de casa y me paso el día durmiendo es normal tener ideas suicidas. No hay que sulfurarse. El humor se levanta automáticamente tras mover el culo y subir a la montaña. Cuesta mucho coger tu alma del suelo (literalmente) y sacarla por la puerta, pero una vez lo has hecho, la recuperación es inmediata. Y mientras caminas por las empinadas cuestas arriba, arriba, arriba, tu cerebro se llena de endorfinas como si fuera una jarra bajo un grifo de cerveza.
Y cuando respiras aire puro y miras hacia abajo y ves todo pequeñito, también ves pequeñitos los problemas, y parece que detrás de ti se hayan quedado las preocupaciones, lejos, lejos, lejos... el sentimiento de libertad es proporcional a la distancia que has recorrido.

Estando arriba me acordé de aquello que leí una vez sobre los óvulos de la mujer, una nace con todos ellos y se van desechando mes a mes hasta que ya no te queda ninguno.
Cuando el bebé está dentro de la barriga de su madre, ya empieza a fabricar sus óvulos a partir de la novena semana de gestación. En conclusión, cuando mi madre estaba formándose dentro del cuerpo de mi abuela, el ovulo que finalmente me daría a mi la vida ya estaba allí, junto a ellas dos. Y la sensación de que yo he formado parte de mi abuela me llena de alegría y emoción. Hemos estado materialmente unidas y soy parte de ella. ¡Qué maravilla!

Estos últimos domingos he ido a un curso de meditación. Desgraciadamente este momento de mi vida no es el mas idóneo para aprovechar al máximo los conocimientos que se comparten en él. Digamos que no me siento muy "espiritual" últimamente, y salgo de las sesiones con ganas de matar a alguien.

Pero tiene su parte buena, y es que el café previo que nos tomamos Elena y yo en el bar de enfrente me relaja mucho más que cualquier sesión de meditación.

He dicho!

sábado, 8 de noviembre de 2014

Reescribiendo recuerdos

Ayer leí un artículo sobre la memoria, decía que cada vez que nos acordamos de un momento del pasado, lo reescribimos. Y yo, que guardo los recuerdos como si fueran tesoros, ya he experimentado la perdida de algunos por haber osado pensar en ellos.

cuando era pequeña vi "Cria Cuervos" de Carlos Saura, y la niña protagonista me impactó mucho. Se que lo hizo, sobretodo el momento de los polvos venenosos. Pero no me acuerdo de ese momento exacto, ni lo que pensé o sentí entonces,  porque algunos años después volví a ver la película y recordé el momento en que la vi de pequeña. Ahora solo puedo recordar esa ultima vez, mis sentimientos se han reescrito y borrado.

Esta mañana viendo los anuncios de juguetes en la TV, en concreto los de la caravana de Barbie y sus hermanas, he recordado los veranos de pequeña en la playa con mis muñecas, y me ha golpeado la sensación de felicidad y despreocupación de entonces. Si ahora pienso en ese momento ¿lo he perdido ya para siempre? ¿Será verdad que ya no volveré a tener este recuerdo de esta manera tan clara? A partir de ahora recordaré ese instante, (recién llegada de la playa, mojada, usando el lavapies como piscina para mis muñecas), a través del filtro de este momento, de mi yo actual. Salgo perdiendo en el cambio.
Lo importante es crear nuevos recuerdos, para no necesitar echar mano de los viejos e intentar que sean felices. Eso es lo mas difícil.

viernes, 7 de noviembre de 2014

El gran regalo de la vida

Me imagino un mundo en el que se puede regalar la vida. Pero no cambiarla por dinero, eso no sería materialmente posible. Solo podrías dar tu vida de forma altruista y podrías elegir a quien.
Por ejemplo, si te cansas de vivir, no le encuentras sentido al día día, y supieras que otra persona que disfruta de su vida, se va a morir... ¿No le regalarías la tuya?
Y ya la cosa sería aun mejor si se pudiera revivir a alguien del pasado, ya difunto.  ¿A quien revivirías?
Lo he pensado más de una vez, y le regalaría mi vida de buena gana a Freddie, para que compusiera mas de esas grandes canciones, y viviera cada minuto intensamente, como lo hizo siempre.
Lo único... que yo no estaría presente para verlo.  Pero valdría la pena.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Notas de voz en el coche 1

Cuando alguien nos dice que no podemos hacer algo parece que nuestro orgullo nos empuja a contradecirles, y nos esforzamos y trabajamos para conseguir aquello que se supone que no podemos hacer, y lo conseguimos, y nos convertimos en auténticos héroes y les hacemos un corte de manga mental a todos aquellos que tenían dudas de que fueras a conseguirlo. Tenemos una capacidad increíble para luchar por lo que parece imposible cuando nos auto-apoyamos.
Sin embargo cuando somos nosotros mismos los que nos ponemos las barreras para hacer algo, los que consideramos que no tenemos la capacidad... No tengo el físico... No tengo lo que se necesita... La situación se me queda grande... Entonces, parece que no podamos contradecirnos, que no podamos odiarnos ni competir con nosotros mismos, ni demostrarnos que estamos equivocados. Somos benévolos con esa persona que llevamos dentro y le damos siempre la razón. Y eso... Es una mierda, porque la mayoría de nosotros llevamos a un crítico hijo de p*t* dentro que nos amarga la vida.

lunes, 27 de octubre de 2014

Una más

Es un poco putada saber que estas leyendo esto. Dejo de sentirme sola cuando escribo, dejo de escribir sólo para mi. Ahora mismo quería contar la mierda de día que he tenido. Una puñalada más del destino. Empiezo a encajar bien los golpes. Cada vez duelen menos y sólo siento un poco de amargura en el estómago. Me viene bien escribir sobre ello, pero no quiero ir de víctima, no quiero ser una persona débil de lágrima fácil a la que tienen que consolar. Así que ahora que se que no estoy sola, no contaré nada, y sólo hablaré de cosas bonitas. Me guardaré lo malo dentro y lo mantendré escondido, aplastado y encogido, intentando que desaparezca.

lunes, 20 de octubre de 2014

La fuerza de la potencialidad

Echo de menos ser estudiante. Pero aunque pudiera volver a la universidad, ahora ya no sería lo mismo. No tendría la energía, la esperanza, la inocencia de entonces. La sensación de libertad y de irresponsabilidad. No tendría la comida preparada al llegar a casa. No tendría todo el tiempo del mundo para dedicarme a descubrir el mundo.
Ese tiempo pasó.
Ya tengo ganas de acabar con este hilo de vida que no me esta trayendo ninguna satisfacción, y empezar uno nuevo. Pero como no recordamos las vidas anteriores, no podré valorar en ese momento, lo fantástico que es volver a ser un "alguien en potencia"

jueves, 16 de octubre de 2014

Excusas y dimensiones paralelas

"Estoy pasando por un mal momento"- ¿Cuántas veces lo he oído ya? El mismo recital cada vez que me gusta alguien, esa frase la he oído tantas veces, que si mi vida fuera una serie, tacharían al guionista de repetitivo y poco original.
Madre mia! Tengo el don del oportunismo que siempre aparezco en la vida de los demás en momentos complicados en los que por norma general siempre hay una exnovia por ahí rodando. 
Y me pregunto si existe de verdad un mundo paralelo en el que pillo a esas personas fuera de esas etapas difíciles, sin conflicto ni barreras. Hubiera funcionado lo nuestro en esa dimensión?
Pues no. Porque yo creo que si de verdad te gusta alguien no existen barreras para estar cerca de esa persona. No hay excusa posible ni complicaciones lo suficientemente grandes que puedan alejarte de ella.  

miércoles, 15 de octubre de 2014

De coches y chinches

Hoy mi coche me ha dejado tirada.
La sensación que se te queda es muy curiosa: "¿Y ahora qué?"
Sentada en el asiento, intentando una y otra vez arrancar, y esperando que de un momento a otro el milagro suceda y escuchar el ruido del motor en marcha...
Pero no. Y después de un rato sin saber que hacer, cierras el coche y haces lo correcto. Llamas a la oficina para informar de que llegas tarde y pides un taxi. Pero... ¿hay taxis en este pueblo?
Gracias a Dios si, en internet encuentro un número y después de esperar 10 minutos un señor mayor en un mercedes azul se para y me pregunta si soy yo la que va a Onda.
Durante el viaje me habla de su vida en un castellano tocado con el acento del idioma autóctono, que ya no me atrevo ni a llamar dialecto.
Intenta tranquilizarme y me dice que hay muchos talleres en la zona, pero alguno bueno... no me lo puede asegurar. ¡Pues menuda tranquilidad!

No se por qué estoy contenta.

LLevo un mes de malas noticias. Primero invasión de pulgas en casa. La guerra casi acaba conmigo, he tenído momentos de histéria y me he puesto a llorar como una idiota porque no podía ver a los cabrones hijos de puta que me estaban mordiendo todo el cuerpo.
Pero tiramos una bomba como la de Hiroshima, y desde entonces no me han vuelto a picar.
El coche ya me dió problemas la semana pasada, llegamos a IKEA dando un concierto de chirridos. Me cambiaron las pastillas de freno, y aun seguía haciendo un ruido raro que estaba pendiente de mirar. Ahora no arranca.
En el trabajo cuchichean porque desde que he entrado he desmejorado mucho. No en el rendimiento, porque no paran de elojiarme, sino en el aspecto. El de recursos humanos le preguntó a mi compañera Antonia si me pasaba algo ¿Dónde está la chica que entrevisté hace 4 meses? Y sin embargo, la vida es así... a veces me da por llorar, y hoy estoy bien. A pesar de todo.
Quizás las adversidades me hacen fuerte.

Solo a veces...

sábado, 11 de octubre de 2014

En el fondo...

Y en el fondo, todas queremos ser princesas.

lunes, 29 de septiembre de 2014

A mal tiempo... Riase la gente!

A mal tiempo, ríase la gente. Escrito de pared que he visto en uno de las fotos de Instagram, y me ha gustado. Me lo copio! Y no entiendo lo de "mal tiempo" literalmente como lluvias, frío y tormenta, sino como su sentido figurado de momentos tristes en los que todo va mal. Ahí, justo ahí! Ese el el momento preciso en el que hay que soltar una risotada y retar a tu cerebro. ¿Depresión a mi? ¿Malos pensamientos y baja autoestima? ¿Cómo te atreves? Voy a aplastarte con mi dedo sabor limón y te voy a enterrar en el pico más alto de la montaña, justo donde llegué el domingo sudando y dolorida, después de una buena caminata de varias horas en las que vi un halcón, a diez pasos de mi camino. Parado, observando. Debía estar herido porque no huyó al vernos. Nunca me imaginé que pudieran ser tan grandes! Su cabeza de plumas ahuecadas parecía una pelota, su cuerpo majestuoso era del tamaño de un ... No se... Muy grande! Me sorprendió. En el cielo no parecen tan voluminosos. Desapareció entre la maleza, no podía volar bien. Me pregunto que habrá sido de él.
Y luego vimos cabras, tan de cerca que las podría haber tocado, sino fuera porque nos miraban con desconfianza y no quería asustarlas. Pero llevaban unas cuantas cabritillas que daban ganas de abrazar. Instinto maternal, tic, tac, tic, tac. Ahora mismo me conformaría con ser la madre de una cabra.
Después vino la presa, el agua verde, espesa, sucia, pero menudas vistas! Desde arriba se veían algunos pescadores, diminutos bajo el manto de las montañas? ¡Somos tan pequeños!...
arriba del todo no se oían coches, ni gente, ni nada. Solo las moscas. Un minuto de silencio, luego la mente necesita volver al ruido.
Esa pequeña tortura, ha sido el mejor momento del fin de semana. El resto del tiempo lo he pasado lamentando que el lunes era lunes, y que tenía que volver a trabajar para enfrentarme a los miles de problemas que me surgen, y que tengo que resolver.
Luego llega el lunes y esos problemas por los que tanto has sufrido, se convierten en nimiedades a la vista de los nuevos conflictos que surgen.
No hay tiempo para nada. No puedes parar ni para pensar. En parte es bueno...
Llego a casa y por lo menos no estoy sola. Vamos de compras, preparamos Tartar de atún, con mango aguacate cebollino y soja. Nos sale riquísimo. Un pequeño triunfo para este lunes de septiembre. El último. Se acaba mi mes preferido sin casi haberlo disfrutado. Una lástima no poder vivir una vida comtemplativa como los filósofos griegos.

martes, 23 de septiembre de 2014

Otoño y Budismo

Sentada en mi mesa de oficina, escucho como cae el agua. Acaba de empezar a llover. Los techos de mi edificio son de cristal, y las gotas de agua golpena con fuerza y parece que estemos dentro de una lata.
El otoño nos abraza con fuerza, ¡Cuánto tiempo! ¡Me alegro de verte!
Dentro de poco el reloj de mi coche volverá a estar en hora.
Esta semana es la feria de Cersalles en Italia, y el 75% del personal de exportación está allí.
Nos hemos quedado en el barco 4 gatos y navegamos a trompicones entre tormentas de pedidos y llamadas de clientes que quieren consultar cosas tontas como cuantas piezas van por caja.
Lo bueno de todo esto es que el ambiente que se respira es muy relajado, y a medio día la comida es mucho mas calmada. Hoy he comido mi tapper con Lucy, una compañera brasileña que tiene mucho encanto.
Yo sabía que es budista, y aprovechando la soledad del comedor, le he interrogado sobre su filosofía.
Me ha sorprendido mucho. Siempre me había parecido una religión muy positiva, nada parecido a nuestro Jesucristo con toda su retahíla de muertes. Me explicó que los budistas creen en el renacimiento (que no en la reencarnación), que la vida es eterna, y que uno mismo decide donde quiere volver a nacer, rodeado de que gente, en que ambiente, en el circulo propicio para poder aprender lo que nos hace falta. Y uno va evolucionando y creándose un karma que seguirá desarrollándose, vida tras vida hasta que llegue a la sabiduría total.
Pero eso no es lo mas importante- me dijo - los budistas creen en el renacimiento pero no se pasan la vida pensando en ello. Nosotros vivimos esta vida presente centrados en ella sin pensar ni en las vidas futuras ni en las pasadas. La vida se compone de decisiones, y cuando tomas una, el universo se confabula para que puedas llegar a tu meta. Depende de ti que tomes los pasos adecuados para utilizar esa energía universal a tu favor. Y si te equivocas, siempre se puede volver a empezar. No tienes que arrepentirte de las decisiones pasadas, porque en ese momento pensabas que ese era el camino, y en ese momento eso era lo correcto y si volvieras atrás sería justo que volvieras a tomar esa decisión. No sufras por los errores. Vuelve a empezar, rehaz tu camino. Porque tú vida es tuya, tu eres la dueña y solo tú puedes decidir lo que quieres hacer con ella. Siempre adelante, en busca de la paz interior.
Y después de esta conversación, me siento un poco mejor conmigo misma. Porque mis decisiones son mías porque yo soy dueña de ellas y de sus consecuencias, y mientras tenga eso claro, no tengo que darle cuentas a nadie.

viernes, 19 de septiembre de 2014

CRACK

Hoy estaba pensando que soy  una persona muy insegura.
Desde hace un tiempo, me siento indecisa en todo.
En el trabajo lo noto muchísimo. A pesar de saber exactamente como hacer las cosas, voy con pies de plomo y lo pregunto todo dos o tres veces. Cuando hablo con clientes me siento perdida aun teniendo la información delante de mis narices. Necesito que alguien me lo valide todo.
Intento variar la persona con la que resuelvo mis dudas para no cansar a nadie ni parecer una completa idiota. Pero aun así, doy los pasos con miedo, despacio, fijándome en todo...
En la vida me pasa lo mismo. Cuando hablo con la gente a mi alrededor, la miro con desconfianza, mido mis palabras... ¿he sido así siempre? Pienso que no...
Creo que la vida ha roto mi espíritu. Pensaba que tenía un carácter mas fuerte, pero mi antiguo trabajo, y la manera en la que me he sentido tratada por mis compañeros y por mis jefes,  ha dañado la seguridad y la autoestima que sentía hace unos años. Por no hablar de mi vida personal...
Decepciones, frustraciones y sorpresas desagradables.
Creo que he pasado de ser una persona resolutiva y segura, a ser una completa inútil, con falta de confianza en si misma.
Crack! es el sonido que representa mejor lo que se oye en mi interior.

jueves, 11 de septiembre de 2014

El universo sobre mi

Hoy cuando volvía del trabajo sonaba esta canción en la radio, y aunque ya la había escuchado mas veces,  la letra esta vez hablaba de mi.

Sólo queda una vela encendida en medio de la tarta 
y se quiere consumir 
Ya se van los invitados, 
tú y yo nos miramos sin saber bien qué decir 
Nada que descubra lo que siento, 
que este día fue perfecto y parezco tan feliz 
Nada como que hace mucho tiempo que me cuesta sonreír 

Quiero vivir, quiero gritar, 
quiero sentir el universo sobre mí 
Quiero correr en libertad, 
quiero encontrar mi sitio 

Una broma del destino, 
una melodía acelerada en una canción que nunca acaba 
Ya he tenido suficiente, 
necesito alguien que comprenda 
que estoy sola en medio de un montón de gente 
Qué puedo hacer 

Quiero vivir, quiero gritar, 
quiero sentir el universo sobre mí 
Quiero correr en libertad, 
quiero llorar de felicidad 
Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí 
Como un naufrago en el mar, quiero encontrar mi sitio 
Sólo encontrar mi sitio 

Todos los juguetes rotos 
todos los amantes locos, 
todos los zapatos de charol 
Todas las casitas de muñecas donde celebraba fiestas, 
donde solo estaba yo 
Vuelve el espíritu olvidado del verano del amor 

Quiero vivir, quiero gritar, 
quiero sentir el universo sobre mí 
Quiero correr en libertad, 
quiero llorar de felicidad 
Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí 
Como un naufrago en el mar, 
quiero encontrar mi sitio 
Sólo encontrar mi sitio 

Quiero vivir, quiero gritar, 
quiero sentir el universo sobre mí 
Quiero correr en libertad, 
quiero llorar de felicidad 
Quiero vivir, 
quiero sentir el universo sobre mí 
Como un naufrago en el mar, 
quiero encontrar mi sitio 

Solo queda una vela encendida en medio de la tarta 
Y se quiere consumir

viernes, 22 de agosto de 2014

Nuevo hogar

La semana que viene hago la mudanza oficialmente. Me voy de alquiler como todo hijo de vecino.
Me molesta la idea de haber pasado 10 años de mi vida montandome un hogar, creando el espacio que me representa, invirtiendo dinero y tiempo en decorarlo para que fuera un museo de recuerdos.
Todo ese esfuerzo para dejarlo finalmente en manos de otra persona e irme a vivir a un piso neutral, diseñado por otro, en el que no puedo modificar nada, ni hay espacio suficiente para mis cosas.
Pero he decidido que tengo que aferrarme menos a las cosas materiales.
Como le decía a mi amiga Elena el otro día: "Voy a quedarme menos en casa y voy a hacer que el mundo sea mi hogar"

domingo, 17 de agosto de 2014

Pequeños recuerdos

Tengo un montón de ideas en la cabeza para escribir entradas en el blog. Todos los días se me ocurren cosas que podrían desarrollarse como excelentes artículos. Pero no tengo tiempo, ni paciencia, ni ganas de dedicarle el tiempo necesario.
Tampoco me parece bien escribir un blog a base de lineas de teletipo,  como las que reciben los periodistas para escribir su historia.
Pero he llegado a la conclusión de que es eso o nada. Así que... ¡Adelante con las mini entradas!

Hace ya tiempo que soy consciente de que cada ser humano tiene un tipo de cerebro. Hay distintas clases de inteligencia y la sociedad ha fallado a la hora de dividir a estos seres humanos para ofrecerles opciones a la hora de desarrollar su inteligencia. A todos nos presionan para ir a la universidad, y si no vas, parece que eres una persona de segunda categoría. Pero no todos estamos hecho para estudiar y asimilar información y datos. Yo desde luego no lo estaba, y he perdido muchos años de mi vida estudiando cosas que no recuerdo. Nada. Cero. Ni un poquito.
Sin embargo, voy por la calle andando y recuerdo perfectamente a mi amigo Isra diciéndome en el verano del 2000: "Fíjate en todas esas alemanas con sandalias de tacón, con el talón completamente endurecido de haber llevado botas todo el invierno"
O recuerdo perfectamente la receta de huevos rellenos de atún que me dió una amiga de mi madre en un viaje a Valladolid cuando tenía 12 años.
O recuerdo esperar un buen rato en la puerta del apartamento de mi primo en el 90 porque me habían invitado a cenar en su casa él y su novia, y al parecer les pillé en mal momento. Yo era jovencita, y no lo entendí en ese momento. Pensaba que se estaban duchando y no oían el timbre. Pero el tener esos recuerdos me permite recapacitar sobre cosas del pasado y solucionar algunos puzzles que se quedan en la cabeza.
Son vivas imágenes, como películas que puedo ver una y otra vez. La mayoría me vienen a la cabeza sin querer, en momentos curiosos y sin conexión alguna. Como si mi cerebro jugara conmigo al escondite. Es bastante entretenido, podrían considerarse pequeños viajes en el tiempo.
Me acuerdo de esas situaciones a la perfección, y por el contrario, todos los días tengo que consultar en google como se escribe "bisagra" o si "a menudo" se escribe junto o separado. No hay manera de que asimile esas cosas que veo y escribo a diario. ¡Benditos autocorrectores!
Hace tiempo que he dejado de sentirme idiota, poco inteligente, o humana de segunda categoría. Se que tengo otro tipo de inteligencia que la sociedad no evalúa, ni puntúa, ni valora abiertamente.
Ojalá en un futuro cercano se pueda considerar la posibilidad de darles a elegir otro tipo de estudios u otro tipo de salidas para potenciar esos cerebros privilegiados con un don especial y diferente. Estoy segura de que habrá trabajos ideales para nosotros, trabajos difíciles de realizar para gente cuyo mayor logro sea asimilar datos inútiles.



martes, 12 de agosto de 2014

Noticias desde la otra vida

He pasado una transición bastante dura. Levantarme todos los días pronto y pasar 10 horas asimilando información ha sido agotador. Durante un mes he llegado a casa muerta y los fines de semana no era persona.

Para más INRI, la semana pasada me he encontrado llevando los mercados de otras personas que se iban de vacaciones y el mundo se me ha caído encima. He aprendido a base de bofetadas, y he tenido que ir sorteando todos los obstáculos a salto de mata. Toda una aventura que me ha llevado al borde de un ataque de nervios. La tensión se me salía por las orejas.

Ahora parece que empiezo a ver la luz.

No me cuesta tanto levantarme por las mañanas, ya no necesito planear con antelación lo que me voy a poner, y disfruto mucho del viaje de 10 minutos por la CV-21 entre montañas y bosques escuchando la radio.
La máquina de café de la oficina es maravillosa. Muele los granos en el momento y prepara unos cafés largos aromáticos y deliciosos por solo 30 céntimos.
Es otro pequeño placer de la mañana. Soy la primera en llegar y me siento en mi mesa a disfrutar de mi desayuno mientras abro el correo electrónico.
Luego empiezan a entrar pedidos y la mañana se pone en marcha. Pim, pam, pim, pam y ya es la hora de comer.
En el comedor nos juntamos muchas nacionalidades distintas, y la escasa hora que dura la pausa se hace muy amena. Tenemos catering de empresa! Un menú entero por 3.50eur. Aunque la mayoría de las veces salimos a comprar comida al Carrefour Express, y así nos damos una vuelta para tomar el aire. De vez en cuando nos permitimos el capricho de comer en la Era Blanca, un restaurante que hay muy cerca de la fábrica y que tiene menús caseros y sanos por 8.50euros. La tarta de galleta está para chuparse los dedos.
La tarde se hace mas dura. Todos tenemos ganas de que termine. Normalmente sobre las 18h algún ser celestial cierra el grifo de los pedidos y dejan de entrar poco a poco. A última hora, te queda el tiempo suficiente para rematar algunos temas, ordenar la oficina y comentar la jugada con los compañeros. Eso… si no has tenido ningún problema gordo… entonces es otra historia que no quiero detallar.
No hace mucho que ya no me siento un extra de “The Walking Dead” al salir del trabajo. Ahora cuando llego a casa aun me apetece dar una vuelta, salir de compras, tomarme una cervecita… incluso estoy pensando en volver a correr.
Por las noches cena-picnik, una película de culto en mi nueva Smart-Tv y sin terminarla, me quedo dormida.

Esta es mi vida por el momento. 
Me quedo con los 10 minutos en coche, mientras se levanta el sol escuchando algún clásico en Kiss FM, relajada y nerviosa al mismo tiempo, preguntándome ¿Con qué lío me encontraré hoy?

lunes, 14 de abril de 2014

Girls y el bikini verde




Odio a Hanna. Representa todo lo que detesto en una persona, concretamente, en una mujer.  Esa capacidad para creerse especial y negarse a si misma la evidencia: Que es un engendro, una payasa, un chiste, y el único valor que posee es la increíble negligencia con la que se juzga a si misma.

Es curioso como a pesar de la realidad, la chica llega a triunfar en la vida. Es porque uno es lo que se cree que es, y los demás solo te ven como quieres que te vean. La vida es mágica y todos tenemos un poder infinito para conseguir todo aquello que deseemos, pero no somos conscientes de ello.

sábado, 1 de marzo de 2014

1 de Marzo


Uno de Marzo. Empieza el mes triste, con el cielo gris y amenaza de lluvia. 
¿Amenaza?
Acaba de empezar a LLOVER, llover, llover... poquito a poco. 
Pero es un agua que no molesta, que refresca y limpia el ambiente. Justo lo que yo necesito para empezar de nuevo. 
Hoy ya es tarde, hoy he tenido un mal día. Pero mañana... 
Mañana volveré a intentarlo.


miércoles, 26 de febrero de 2014

El océano es por fin el océano


Hace dos días se murió Manolo, el contable del camping. Tenía una personalidad complicada y solía enfadarse mucho y gritar blasfemias cada vez que encontraba un error en las facturas. Pero una vez te acostumbrabas a su mal carácter, empezabas a vislumbrar su otro lado, amable, cariñoso y charlatán. ¡Todo un filósofo era nuestro Manolo! Se le va a echar mucho de menos. Como estaba arriba en la oficina y hablaba con él de pascuas en ramos, aun no me he hecho a la idea de que ya no está. Ni siquiera cuando vi a su hijo llorando en el funeral y a toda la gente consternada... la información aun no me ha llegado al departamento cerebral de la asimilación. Algún día me golpeará la noticia y lo sufriré, porque tengo mil recuerdos e historias con Manolo. Aun puedo oír su voz en mi cabeza, no creo que la olvide nunca.
Tanta muerte me está dejando trastocada.
Cada vez veo mas cerca el final del poema de Benedetti, ese que decía:

Cuando éramos niños 
los viejos tenían como treinta 
un charco era un océano 
la muerte lisa y llana 
no existía 

luego cuando muchachos 
los viejos eran gente de cuarenta 
un estanque era océano 
la muerte solamente 
una palabra 

ya cuando nos casamos 
los ancianos estaban en cincuenta 
un lago era un océano 
la muerte era la muerte 
de los otros 

ahora veteranos 
ya le dimos alcance a la verdad 
el océano es por fin el océano 
pero la muerte empieza a ser 
la nuestra.


La gente a nuestro alrededor se muere. Y aquí estamos nosotros... dándole alcance a la verdad. 
Y lo malo no es únicamente que empiezas a hacerte viejo, sino que dejas de tener ganas de vivir. Pierdes la ilusión por las cosas, ya nada tiene color. 
Lo mío... no creo que tenga nada que ver con la edad, me considero joven aun físicamente, pero mi alma ha envejecido y mis ojos no brillan como antes. ¿Será una mala racha? ¿Volveré a tener ganas de hacer manualidades, y cocinar y mandar cartas a mis amigos y de sorprenderles con fiestas secretas? ¿Volveré a tener ganas de hacer cosas bonitas con las manos y de escribir poemas hermosos sobre el cielo y el mar? 
No dejo de repetirme a mi misma lo que me dijo Fernando, que en el fondo no estoy tan mal como me creo, que sigo transmitiendo felicidad y positivismo. Y me pregunto... ¿De qué parte de mi sale esa energía? Porque yo solo me siento cansada y triste. 

domingo, 9 de febrero de 2014

Diccionario de Jana Nyklova: "Bobolix"





Bobolix

(Del lat. balbus, balbuciente + Obelix amigo de Asterix).
1. adj. tonto (‖ falto de entendimiento o razón).
2. adj. Extremada y neciamente candoroso. U. t. c. s.



Me he vuelto a apuntar al Impala por un mes. Me he decidido por 3 razones:

-Han sacado una oferta para antiguos socios.
-La posibilidad de usar el Spa y relajarme durante una temporada me atraía mucho.
-Jana se ha apuntado conmigo y nos obligaremos a ir mutuamente.

Lo cierto es que entre Carlo, Panchi y Jana ir al gym se convierte en una fiesta. Después de las clases de abdominales y body pump nos encontramos todos en la sauna  y nos echamos unas risas a costa de los personajes del Impala, que los hay a patadas. Y si algo se le da bien a Carlo son las parodias. 

Yo me he acogido a la oferta para antiguos socios y puedo ir a cualquier hora, pero Jana solo puede ir por las mañanas de lunes a viernes, y por las tardes los fines de semana, o eso es lo que habíamos entendido... 

Al parecer a Carlo le dijo Panchi que a él le dijeron otra cosa y yo he alarmado a Jana. El teléfono estropeado nos ha confundido a todos. 
Jana ha llamado al Impala para asegurarse del horario ya que hoy domingo teníamos intención de ir juntas por la tarde, y la recepcionista le ha asegurado que lo que nos dijeron al hacer la matricula era correcto. 

La contestación de Jana por Whattsapp: "He llamado y todo bien. Carlo es bobolix" 

Aun me estoy riendo.




domingo, 2 de febrero de 2014

Cine Club: "La Gran Estafa Americana"

Cuando tenía 11 años mis padres me llevaron al cine a ver "El imperio del Sol". Me impresionó sobremanera y quedé prendada del niño protagonista, que por aquel entonces tenía mas o menos mi edad. ¡Quién me iba a decir que ese chavalito crecería para convertirse en Batman!

Christian Bale siempre ha sido uno de mis actores preferidos, y con los años la madurez le ha sentado muy  bien. Me gusta su empeño en representar papeles con tanta perfección. Si tiene que perder kilos o ganarlos, ponerse feo o ser un hijo de puta, se mete de tal manera en el rol que nos hace creer que él es así en la vida real. Supongo que no todos pensarán como yo, es posible que mi admiración se deba también a ese enamoramiento platónico que siento por él desde niña, esa sonrisa perfecta, esas cejas pobladas...

Elena, Fernando y yo hemos fundado nuestro propio "Cine-Club" y pretendemos quedar una vez a la semana (mas o menos dependiendo de la cartelera) para ver y valorar películas. El viernes hicimos nuestra primera incursión con "Estafa a la americana" y desgraciadamente no ha sido un buen comienzo. A pesar de que el argumento y los actores eran prometedores, la película ha sido lenta, larga y aburrida. Hubo momentos en los que se me cerraban los ojos, y eso no es habitual en mi.

Algunos personajes estaban muy bien caracterizados, pero con otros se queda por la mitad. Empieza a profundizar con alguna historia personal y de repente, ya no se volvía a saber mas del tema. Como diría mi padre: estaba todo "cogido con alfileres". Aun no se muy bien que pintaba Robert De Niro en la película, aunque estaba claro que si alguien tenía que hacer de mafioso asesino, ese era él. Parece que se ha especializado en el papel ¿Cuántos van ya?.

Se notaba que el director se esforzaba para hacer de la película algo especial, con tomas experimentales, fotografía original, ambientación colorida y música de calidad, pero me temo que siendo tan pretenciosa, el resultado no da la talla. 

Elena y Fernando se quedan con la actuación de Jennifer Lawrence. Yo, para variar elijo la del Sr. Bale, que aun haciendo de gordo, cheperudo y calvo, desparrama seguridad y sexappeal.

Espero que esta iniciativa siga adelante y vayamos viendo películas juntos, en el cine o en casa, con palomitas, coca cola y regaliz de fresa de buena calidad.





jueves, 23 de enero de 2014

She's only happy in the sun


Cuando empecé a trabajar en el camping, hace ya 10 años, aun no sabía distinguir muy bien las nacionalidades de los clientes. Alemanes, ingleses, holandeses, suecos o daneses, si me hablaban en inglés, no tenía muy claro de donde venían. Ahora con una sola palabra ya los tengo calados.
De todos los clientes, los más difíciles en mi opinión han sido siempre los holandeses.
Mi relación con ellos fue desde el principio algo tormentosa. Puedo aguantar clientes arrogantes, maleducados, listíllos, pesados... con todos ellos se como actuar y ponerles a raya si hace falta. Pero cuando son cortos... cuando les hablas y lo único que recibes en respuesta es una mirada vacía y sabes que no se están enterando de nada... Es como  pegarse cabezazos contra la pared, y eso... me saca de quicio.
No puedo generalizar, pero muchos de los holandeses que vienen a mi camping cumplen ese perfil, y durante los primeros años yo y mis compañeros nos tirábamos de los pelos para tratar de hacerles entender las cosas. Mas de una vez les he dedicado alguna entrada en mi blog a modo de desahogo. 
Como solución a mi desesperación decidí aprender su idioma, y durante 5 años Marian Timmermans, cliente asidua del camping, estuvo dándome clases particulares cada invierno, de Octubre a Marzo una vez a la semana.
He de reconocer que yo no era nada responsable, no estudiaba en casa, ni hacía los deberes, muchas veces llegaba tarde y algún que otro día hasta le dí plantón. Pero ella, siempre puntual, me esperaba con los libros y un café americano en el restaurante del camping. Cabezona y testaruda, acabó enseñándome a hablar su idioma.
Durante los primeros años aprendí básicamente gramática y pronunciación, que no es moco de pavo (hasta el segundo año no fuí capaz de leer bien en ese idioma infernal) Poco a poco las clases empezaron a ser divertidas, y aprendí muchas cosas sobre la cultura, la gastronomía y la vida en Holanda. Al final nos dedicábamos básicamente a tomar café y a hablar de nuestras cosas, en holandés, natuurlijk!
A pesar de que hace un par de años decidimos dejar las clases porque yo ya sabía lo suficiente y las dos teníamos otros compromisos, Marian y yo hemos seguido en contacto y nos hemos visto a menudo.
En el camping ha sido siempre toda una personalidad. Era el ángel de Bonterra, ayudando a otros clientes cuando lo necesitaban, siempre con energía, nunca decía no. Ponía el corazón en todo aquello que hacía y conseguía todo lo que quería. Fue ella la que comenzó el famoso Super Bingo del camping, y recuerdo los nervios y las ganas que le ponía al show para que saliera todo bien. Cabezota, guerrera, gritona, y con mucho carácter. Esa era Marian Timmermans, mi profesora de holandés, mi amiga.
La semana pasada la mandé a urgencias porque no se encontraba bien, y allí le encontraron un tumor que la ha tenido atada a una cama de hospital desde entonces. Al principio, cuando aun podía hablar, seguía siendo la misma, y se negaba a volver a Holanda.
-Aquí soy feliz, bajo el sol- repetía ella.
A medida que han pasado los días, Marian se ha ido apagando y hoy finalmente nos ha dejado. 
Espero que ahora esté en un sitio mejor, que sin duda será aun mejor porque ella acaba de llegar. Y si en ese sitio hay algo que arreglar... Ya se encargará ella de hablar con quien haga falta para que se arregle.

Como dice la canción de Ben Harper, ella era solo feliz bajo el sol. Y si el sol te hacía libre, Marian, ahora lo serás de verdad. 





viernes, 17 de enero de 2014

Velocidad absurda


Del 2001 me quedo con la gente que conocí en Bayreuth. El paquete de personajes, coloridos e interesantes con los que me topé durante mi etapa de estudiante Erasmus no tiene desperdicio. Cada uno con sus particularidades, su drama personal, sus inquietudes... Tanta gente nueva de golpe, tanta amistad que asimilar...

Tobías por ejemplo, un alemanito estudiante de Adem, que junto a su compañera Janet se encargaban del BISS team, la organización universitaria que se ocupaba de los Erasmus: de llevarles de excursión, de hacer fiestas y programar actividades para que nos socializáramos todos.
Los Españoles no necesitábamos mucha ayuda para eso, pero como el primer semestre intenté relacionarme con el resto de los Europeos, me apuntaba a cualquier cosa que hicieran los del BISS Team, cata de vinos, brunch internacional, taller de huevos de pascua, excursiones y fiestas varias. Y así es como hice migas con Tobías, que quería aprender español y le fascinaba nuestra cultura. No me acuerdo muy bien de lo que hacíamos ni de lo que hablábamos, pero si que tengo en la memoria el sentimiento de felicidad que me invadía cuando quedaba con él, porque era todo alegría y nos reíamos mucho juntos.

Durante el segundo semestre, cuando llegaron los nuevos Erasmus, desistí en lo de conocer gente de otras nacionalidades, y me uní al clan español, porque sin duda eramos los que mejor nos lo montábamos. Así pues Tobías y yo dejamos de vernos tanto, y durante estos últimos 13 años no he sabido mucho de él.

Hoy me ha ocurrido una de esas cosas que solo pasan en las películas.
Llevo toda la semana yendo a diario al hospital porque está ingresada la que fue mi profesora de holandés, con la que mantengo una relación de amistad muy especial. El doctor González, que es el neurocirujano que lleva su caso, me pidió esta mañana nada mas llegar si podía hablar conmigo en privado. Me llevó al despacho de la planta, y al entrar por la puerta... ¡Zas! Me encontré de cara con Tobías.

Con traje y corbata delante de un proyector que ponía algo de "Micro-no-se-qué" casi no me lo podía creer. Nos quedamos mirándonos ambos con la boca abierta, y después del primer shock nos pusimos a gritar y nos dimos un gran abrazo delante de sus colegas comerciales y del doctor González que nos miraba con la boca abierta. "¡Madre mía! ¡Estoy soñando!"- le decía
Después de recobrar la compostura dimos unas breves explicaciones a los testigos y quedamos en tomar algo juntos cuando la reunión se acabara.

Delante de dos cafés americanos en la cafetería del hospital, nos pusimos al día de estos últimos 13 años. Tobías es comercial de una empresa que vende aparatos de microneurocirugía y aunque tiene la base en Munich, viaja mucho ofreciendo los productos por toda Europa. Va a ser papá este verano y se quieren venir a vivir una temporada a Valencia cuando nazca el bebé. Ni él ni yo hemos cambiado mucho y seguimos estando muy a gusto hablando juntos. Me contó que el doctor González había pospuesto la reunión varias horas y que si no hubiera sido así seguramente no nos hubiéramos llegado a ver.
Aun teniendo en cuenta que de todos los posibles hospitales de Europa, la empresa de Tobias haya elegido el Hospital General de Castellón para intentar vender sus productos, ¿Cuál es la probabilidad de que vinieran justo la semana que ingresan a mi profesora de holandés? ¿Y cuál es la probabilidad de que la reunión fuera en la misma planta donde ella está ingresada, con el mismo doctor que la trata y a escasos 10 metros de su habitación? ¿Y cuál es la probabilidad de que nos hayamos encontrado, sabiendo que por esos pasillos pasan centenares de personas al día de las que yo me encuentro como máximo unas 20? Solo de pensarlo me mareo.
Hablándolo con mi amigo Fernando me recordó una escena de la película "Spaceballs" en la que Dark Helmet quiere perseguir a la nave rebelde y le pide a su tripulación que se olviden de la velocidad de la luz y que pasen directamente a usar la "velocidad absurda". Pues eso es lo que ha pasado hoy. Una casualidad absurda, tan imposible de suceder, tan increíble de imaginar, que es totalmente absurda.

También le comentaba a Fernando que tiene que haber una explicación científica para todas estas casualidades, que tienen que tener un sentido y una razón de ser, pero que nuestro cerebro no está preparado para entenderlas, y por eso utilizamos la religión o a Iker Jimenez para ponerle nombre a las cosas. Algún día es posible que descubramos la clave para descifrar el misterio.
Mientras tanto, me recreo en la magia del encuentro, y me digo a mi misma que es una señal del destino, que me quiere decir que a partir de ahora todo va a salir mejor.







Y OBSERVANDO ESTAS DOS FOTOS ME DOY CUENTA DE ALGO CURIOSO...
















SIGO LLEVANDO LA RAYA DEL PELO AL MISMO LADO.



domingo, 12 de enero de 2014

Zaragoza

 
¿Por dónde empezar? Pues por el principio.
Moises llevaba meses reclamando una visita. El martes me lo volvió a preguntar. Pues tengo el sábado libre ¿Te viene bien este viernes? Además hay concierto en la Lata de Bombillas. Una tal Ana Muñoz, chica con guitarra en plan acústico (como a mi me gusta). Pues vale. Pues voy.
Para ponernos en situación: Yo no había hecho un viaje largo en coche sola en mi vida. Cuando empecé a salir con Bartek no tenía carnet, y después de sacármelo, siguió siendo él el conductor oficial de los viajes largos, en parte porque Bartek se sentía mas seguro al volante y en parte porque es difícil cambiar el rol de conductora novel, aunque hace ya 7 años que tengo el carnet.
Viernes, meto 4 cosas en la bolsa del gimnasio, la suelto en el coche, y después de trabajar, sin cambiarme el uniforme ni nada, cojo la Nacional y directa para Zaragoza.
Para el viaje elegí algunos viejos CD's que literalmente hacía 18 años que no escuchaba, pero es curioso... Tanto tiempo, y seguía conociendo la letra, los tiempos, la entrada de los solos y las pequeñas variaciones de cada canción, de todo el CD, de cabo a rabo. Me sorprendió la tozudez del cerebro humano, empeñado en mantener esos datos dormidos durante tanto tiempo. ¿Estarán ocupando espacio y por eso ahora no puedo recordar ni la letra de mis propias canciones? 
Parada obligatoria en un área de servicio de Teruel para tomarme un bocadillo de jamón. Me encanta el ambiente en los bares de carretera, con toda esa gente que está de paso, mucho espacio, muchas mesas, generalmente casi todas vacías, al lado de ventanas gigantes desde las que ves la carretera. Me senté en silencio a observar. Un deleite.
El bocadillo estaba rico, rico.
Sigo camino. Gracias al GPS de mi teléfono llego sin problemas.
El piso de Moises es muy bonito, y muy suyo, la decoración huele a Beltrán por todas partes.
Charlamos, paseamos, volvemos a casa, yo me tomo una cerveza, Moises se hace un té. Nos arreglamos y nos vamos de concierto.
¿Y que decir de Ana Muñoz? Que tiene una voz muy mágica, que las letras eran muy poéticas, y que junto al reverb de su Fender consiguió encandilarnos a todos. Además era muy bella, encantadora y deliciosa. Me reí mucho con sus monólogos, y con sus historias. La chica llegará lejos.
Cuando salimos del bar Moises y yo íbamos discutiendo sobre la edad que debía tener, yo la veía joven, pero él la hacía de nuestra quinta. Resultó tener 10 años menos. Y de ahí la conversación derivó en lo bien conservados que estamos, y lo jóvenes que nos sentíamos. Todo esto mientras devorábamos un Durum en el mejor puesto de Kebabs de Zaragoza.
Al día siguiente nos levantamos de buen humor, y después de desayunar viendo un concierto de los Pixies en la Smart Tv de Moises, me pegué una ducha de chorros en su Smart shower.  Nos fuimos volando para IKEA. ¿Y para que detallar este episodio? todos sabemos lo que me gusta Ikea y lo que disfruto paseando por esos ambientes tan cuidadosamente creados. Me cambiaría de casa todos los meses para poder redecorar mi vida.
Luego comimos en su piso. Conchi, la señora que ayuda a Moi con las tareas de casa le había dejado comida preparada para un regimiento, así que zampamos hasta hartarnos como si fuera el Buffet libre de un hotel de lujo. Vimos un episodio de Sherlock y nos quedamos dormidos escuchando al pedante de Benedict Cumberbarch.
Al despertarnos tuvimos que correr un poco para llegar a tiempo al cine. Elejimos "La Gran Belleza" una peli muy extraña, llena de personajes excéntricos que se pasean unos detrás de otros como si de un álbum de fotografías se tratara. Me encantó. La Roma que yo conocí no estaba llena de fiestas locas ni de personajes famosos, culturetas y snobs, pero en la peli de Sorrentino si que reconocí algunas cosas de mi Roma . Las imágenes del canal, el magnífico Coliseo, las calles llenas de curas y  monjas, y sobretodo, ese cerrojo secreto a través del cual se puede ver el Vaticano. ¡Existe de verdad! No todo el que ha visitado Roma ha tenido el placer de verlo, pero yo tuve unos guías fantásticos, romanos auténticos, que me mostraron ese y otros secretos de la ciudad. 
Pero volviendo a la película. Mi personaje favorito ha sido Ramona que dijo con total convencimiento eso de "No estoy hecha para las cosas hermosas". Y me hizo pensar que quizás yo tampoco lo estoy, que es algo incontrolable y que solo queda asumirlo como hacía Ramona y seguir adelante sin esperar mas de la vida. ¡Grande Ramona!
Después del cine fuimos al centro, y tapeamos por el Tubo. Cerveza aquí, cerveza allá y acabamos otra vez en la Lata para escuchar buena música. Moises se queda en la barra, con el Shazam enchufado, y cuando suena una canción que le gusta, la identifica y la añade a su lista de reproducción de Spotify. De ahí que haya descubierto cosas tan buenas como Joe Crepúsculo y Tachenko. Vuelta a casa. Dormir. Desayunar. Decir adiós.
El viaje de retorno ha sido mas rápido que el de ida. Sin novedad en el frente, la carretera casi vacía, con sol y niebla escuchando jazz en Radio3.
En total han sido poco mas de 38 horas de vacaciones, pero me han sentado mejor que una semana entera. El sentirme capaz de hacer un viaje sola, el compartir el tiempo con un amigo de verdad, la confianza, la nostalgia, el entendimiento y las risas. Ha sido una terapia que necesitaba con urgencia.
Y ahora de vuelta al mundo ya estoy haciendo planes para mi próxima excursión.
 

miércoles, 8 de enero de 2014

Adios, rapaz, adios.

De mi padre he aprendido muchas cosas buenas, y desgraciadamente también he heredado algunas costumbres malas que con el tiempo he conseguido suavizar.
Una de ellas, la peor diría yo, es la de no saber aceptar regalos. Es algo superior a mis fuerzas. Cuando alguien tiene un detalle conmigo lo paso muy mal. Se trata de un síndrome bastante raro relacionado supuestamente con la baja autoestima. No podemos permitir que alguien se preocupe por nosotros, ¡Por Dios! ¡Cómo te has molestado en pensar en mi! Y reaccionamos de forma brusca y desagradable. ¡Anda que no le he hecho yo feos a la gente! ¡Madre mía! 
Recuerdo con 15 años que un buen amigo quiso dejarme su medalla de San Cristobal durante los exámenes de Septiembre para que me diera suerte, y casi se la tiro a la cara. O cuando de Erasmus un chico del que estaba perdidamente enamorada me quiso regalar su anillo y yo le dije que no lo quería. ¡Con lo bonito que sería tenerlo  ahora  para recordar aquella historia!

Mi madre me contó que cuando empezó a salir con mi padre, quiso regalarle una pitillera grabada con su nombre por su cumpleaños. Le costó mucho ahorrar el dinero, porque en casa eran pobres y ahorrar una peseta significaba a veces comer menos. Pero mi madre consiguió juntar lo suficiente y le compró el regalo a mi padre con muchísima ilusión. Cuando el día del cumpleaños se lo dio, mi padre se enfadó mucho (me lo puedo imaginar con el ceño fruncido y el gesto tenso) y le gritó con desprecio a mi madre por haberse gastado el dinero. A mi madre le sentó tan mal que no quiso verle ni hablarle en una semana, y si finalmente acabaron reconciliandose fue porque probablemente mi padre se arrastró y le pidió perdón, ya que a cabezona, no hay nadie que supere a mi madre (otra joya que también he heredado).

Cuando mi madre me contó esta historia me sentí tan identificada que no pude evitar ponerme de parte de mi padre y explicarle a mi madre los sentimientos confusos que se crean en nuestras mentes cuando alguien nos quiere hacer un regalo. Ella me escuchó con atención y me dijo muy seria que tenía que cambiar, que debía dejarme querer, que la gente disfruta haciendo regalos y que es un feo muy grande rechazar lo que te ofrecen de corazón. Hay que aprender a aceptarlo, valorarlo y agradecerlo.

Desafortunadamente fue muy tarde cuando aprendí la lección y por el camino he sido muy desagradecida con mucha gente.

Una de las veces que más recuerdo fue un verano en el torreón, cuando teníamos a toda la familia de Galicia en casa. Mis dos tíos Onésimo y Ramiro, hermanos de mi madre, quisieron regalarme dinero. Onésimo fue el primero y me cogió por sorpresa. Me puso en la mano 2000 pesetas y no me dio tiempo para reaccionar. Ramiro que estaba al lado quiso darme también otras 2000 pesetas.
-"Toma Lucita"- me dijo
-"¡No!"- dije yo escondiendo las manos detrás de la espalda.
-"¿Cómo que no?"-dijo mi tío Ramiro- "¿A tu tío Oné si le aceptas el dinero, y a mi no?"
-"¡No!"-repetí yo sacudiendo la cabeza. Tenía 10 años y recuerdo pensar en lo bien que me iba a ir el dinero para jugar a las maquinitas y comprar chuches, y también recuerdo sufrir por ver lo decepcionado que estaba mi tío al sentirse rechazado, pero ya era demasiado tarde.
-"Pues ahora ya no quiero dártelo"- dijo finalmente Ramiro guardando otra vez el dinero en su billetera. 
Esta historia se me ha quedado grabada en la memoria y siempre he tenido remordimientos por haberle hecho sentir de menos a mi tío, que en la distancia y a través de los años lo he considerado una gran persona, luchador, soñador, optimista, con ganas de vivir. Un largo currículo de bondades que seguramente alguno de mis primos detallará mañana en el funeral, ya que hoy ha fallecido.

Le habían operado de un tumor este verano, y parecía recuperarse bien, pero hace una semana la doctora dio la voz de alarma a toda su familiar para que se despidieran de él ya que tenía un derrame imposible de frenar, y en breve moriría. Mis padres han viajado a Galicia para poder despedirse de él. 

Quería haberle grabado un video o haber hablado con él por teléfono para contarle la historia de las 2000 pesetas, pero cuando llegaron mis padres ya casi no reconocía a nadie, y me pareció de mal gusto querer robar la atención de un moribundo con historias banales.

Supongo que tendré que cargar con ello en el corazón toda la vida.