sábado, 29 de noviembre de 2014

Beautiful Freak


El otro día escuchando la canción Beautiful Freak de los Eels en el coche pensaba en lo mucho que me gustaría que alguien me dedicara esas palabras tan bonitas:


Eres un precioso bicho raro 
Me gustaría que hubiera más como tú 
No eres como todos los demás 
Y es por eso que te quiero

Luego me dio por analizarme a mi misma. Llegué a la conclusión de que tengo dos personalidades. Una de ellas se odia a si misma. Piensa que soy una perdedora, poco inteligente, que no vale para hacer nada y que es normal que nadie la quiera. 
Y luego existe otra persona dentro de mi que piensa todo lo contrario. Cree que soy especial, que si no encajo con la gente es porque no soy de este mundo y que puedo hacer cualquier cosa que me proponga.
Así que ese día, en el coche, una de mis personalidades le dedicó esta canción a la otra. Se la cantó en voz alta, de todo corazón, con mucho cariño:

Eres un precioso bicho raro,
Demasiado bueno para este mundo 
Pero espero que te quedes, 
Yo estaré aquí para ver que no te desvaneces

y me puse a llorar de alegría por ver que en el fondo aun me quiero a mi misma.


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Aventuras de una (relativamente) joven gestora de exportación

Hoy he aprendido la diferencia entre un contenedor de 20 pies y uno de 40.
Todo el día de hoy ha girado en torno a ese descubrimiento. Gracias a mi manía por controlarlo todo y preguntar de forma cansina por los detalles de cada procedimiento (señal inequívoca de mi inseguridad y mi necesidad de reafirmación) no ha llegado la sangre al río y al cliente le hemos cargado en el contenedor correcto. Podría haber sido peor.
A veces mi falta de seguridad lucha una batalla encarnizada contra mi vergüenza a preguntar.
Pero la cantidad de dinero que esta en juego en algunas entregas es mas de lo que podría pagar yo en un año. Un paso en falso y se me cae el pelo! Así que la vergüenza acaba perdiendo la guerra. El miedo gana.
Creo que todos los gestores seguimos trabajando día a día manejando contenedores y barcos como si fueran soldaditos de plomo, sin pensar demasiado en las cantidades de dinero que dependen de nuestra gestión. Ser conscientes de esa realidad no nos dejaría dormir.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Interstellar

No sabía a lo que iba. No tenía ni idea de lo que me iba a encontrar.
Al principio resultó muy lenta y aburrida, pero esa historia previa era necesaria para la segunda parte de la película, la aventura llena de lineas temporales que finalmente se unen y le dan sentido a todo.


Una aventura en la que el tiempo es el tema principal. Hace que la vida que vivimos y   nuestra pequeña existencia pierdan significado. La linea temporal no tiene la forma que nosotros le damos, y el hecho de no tener la capacidad de controlarla me hace sentirme tremendamente inútil, más de lo habitual.
Pero supongo que en este tema del universo, las dimensiones y el espacio... somos todos igual de inútiles.

Normalmente cuando uno lee un libro, se imagina las imágenes de la historia en su cabeza. Con "Interstellar" ha sido a la inversa. Cada escena de la película me la imaginaba descrita en un libro, ampliando más los detalles de lo que estaba pasando, dándole mas significado a lo que estaba viendo. Es una película con formato literario, digna de estar basada en relatos de Philip K. Dick o Asimov.

Y me ha gustado que todo tuviera respuestas, que el final no quedara abierto, como en muchas otras películas de ciencia ficción. En "Interstellar" todos los cabos quedan bien atados y todas las sub-historias resueltas.
3 horas muy entretenidas que no se me hubieran hecho largas si no fuera porque pasé gran parte de la película con ganas de ir al baño.

No la volvería a ver. Es la clase de película que te sorprende por el final. Una vez ya sabes lo que ocurrirá, el resto es paja. Pero si que leería el libro si existiera uno, para poder regocijarme en los detalles que no aparecen en la película, y llegar a entender muchos de los temas de física cuántica que se me escaparon durante la historia. Quizás alguien publique algún día "Interstellar for Dummies".

martes, 18 de noviembre de 2014

Domingos de montaña y de meditación

Es un hecho. Activar tu cuerpo te pone de buen humor. Lo he experimentado tantas veces y en tantas ocasiones que ya puedo racionalizarlo y hablar de ello de forma empírica.
Cuando no salgo de casa y me paso el día durmiendo es normal tener ideas suicidas. No hay que sulfurarse. El humor se levanta automáticamente tras mover el culo y subir a la montaña. Cuesta mucho coger tu alma del suelo (literalmente) y sacarla por la puerta, pero una vez lo has hecho, la recuperación es inmediata. Y mientras caminas por las empinadas cuestas arriba, arriba, arriba, tu cerebro se llena de endorfinas como si fuera una jarra bajo un grifo de cerveza.
Y cuando respiras aire puro y miras hacia abajo y ves todo pequeñito, también ves pequeñitos los problemas, y parece que detrás de ti se hayan quedado las preocupaciones, lejos, lejos, lejos... el sentimiento de libertad es proporcional a la distancia que has recorrido.

Estando arriba me acordé de aquello que leí una vez sobre los óvulos de la mujer, una nace con todos ellos y se van desechando mes a mes hasta que ya no te queda ninguno.
Cuando el bebé está dentro de la barriga de su madre, ya empieza a fabricar sus óvulos a partir de la novena semana de gestación. En conclusión, cuando mi madre estaba formándose dentro del cuerpo de mi abuela, el ovulo que finalmente me daría a mi la vida ya estaba allí, junto a ellas dos. Y la sensación de que yo he formado parte de mi abuela me llena de alegría y emoción. Hemos estado materialmente unidas y soy parte de ella. ¡Qué maravilla!

Estos últimos domingos he ido a un curso de meditación. Desgraciadamente este momento de mi vida no es el mas idóneo para aprovechar al máximo los conocimientos que se comparten en él. Digamos que no me siento muy "espiritual" últimamente, y salgo de las sesiones con ganas de matar a alguien.

Pero tiene su parte buena, y es que el café previo que nos tomamos Elena y yo en el bar de enfrente me relaja mucho más que cualquier sesión de meditación.

He dicho!

sábado, 8 de noviembre de 2014

Reescribiendo recuerdos

Ayer leí un artículo sobre la memoria, decía que cada vez que nos acordamos de un momento del pasado, lo reescribimos. Y yo, que guardo los recuerdos como si fueran tesoros, ya he experimentado la perdida de algunos por haber osado pensar en ellos.

cuando era pequeña vi "Cria Cuervos" de Carlos Saura, y la niña protagonista me impactó mucho. Se que lo hizo, sobretodo el momento de los polvos venenosos. Pero no me acuerdo de ese momento exacto, ni lo que pensé o sentí entonces,  porque algunos años después volví a ver la película y recordé el momento en que la vi de pequeña. Ahora solo puedo recordar esa ultima vez, mis sentimientos se han reescrito y borrado.

Esta mañana viendo los anuncios de juguetes en la TV, en concreto los de la caravana de Barbie y sus hermanas, he recordado los veranos de pequeña en la playa con mis muñecas, y me ha golpeado la sensación de felicidad y despreocupación de entonces. Si ahora pienso en ese momento ¿lo he perdido ya para siempre? ¿Será verdad que ya no volveré a tener este recuerdo de esta manera tan clara? A partir de ahora recordaré ese instante, (recién llegada de la playa, mojada, usando el lavapies como piscina para mis muñecas), a través del filtro de este momento, de mi yo actual. Salgo perdiendo en el cambio.
Lo importante es crear nuevos recuerdos, para no necesitar echar mano de los viejos e intentar que sean felices. Eso es lo mas difícil.

viernes, 7 de noviembre de 2014

El gran regalo de la vida

Me imagino un mundo en el que se puede regalar la vida. Pero no cambiarla por dinero, eso no sería materialmente posible. Solo podrías dar tu vida de forma altruista y podrías elegir a quien.
Por ejemplo, si te cansas de vivir, no le encuentras sentido al día día, y supieras que otra persona que disfruta de su vida, se va a morir... ¿No le regalarías la tuya?
Y ya la cosa sería aun mejor si se pudiera revivir a alguien del pasado, ya difunto.  ¿A quien revivirías?
Lo he pensado más de una vez, y le regalaría mi vida de buena gana a Freddie, para que compusiera mas de esas grandes canciones, y viviera cada minuto intensamente, como lo hizo siempre.
Lo único... que yo no estaría presente para verlo.  Pero valdría la pena.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Notas de voz en el coche 1

Cuando alguien nos dice que no podemos hacer algo parece que nuestro orgullo nos empuja a contradecirles, y nos esforzamos y trabajamos para conseguir aquello que se supone que no podemos hacer, y lo conseguimos, y nos convertimos en auténticos héroes y les hacemos un corte de manga mental a todos aquellos que tenían dudas de que fueras a conseguirlo. Tenemos una capacidad increíble para luchar por lo que parece imposible cuando nos auto-apoyamos.
Sin embargo cuando somos nosotros mismos los que nos ponemos las barreras para hacer algo, los que consideramos que no tenemos la capacidad... No tengo el físico... No tengo lo que se necesita... La situación se me queda grande... Entonces, parece que no podamos contradecirnos, que no podamos odiarnos ni competir con nosotros mismos, ni demostrarnos que estamos equivocados. Somos benévolos con esa persona que llevamos dentro y le damos siempre la razón. Y eso... Es una mierda, porque la mayoría de nosotros llevamos a un crítico hijo de p*t* dentro que nos amarga la vida.