Soy tan feliz que me cortaría las venas.
Ese era el nombre de un fanzine que compraba de joven. Lo
pagabas mediante sellos postales que debías enviar al chico que lo editaba por
carta. Y recibías tu copia en casa (escrita a máquina con recortes y
fotocopiado) e incluía un casette de los antiguos con una recopilación de canciones
de bandas provenientes de tierras lejanas (dígase UK o USA) con rarezas y
directos de grupos de los que te morías por conocer, ver y escuchar. Recuerdo
aquella época llena de desinformación con mucho cariño. Rapiñando y rebuscando
en revistas inglesas que llegaban tarde a los quioscos, y traían pequeñas noticias
sobre tus grupos preferidos, escuchando la radio con atención a la espera de descubrir
nueva música y emocionándote con las melodías.
Ahora… internet,
youtube, spotify… la información es abrumadora. Ya no hay tesoros escondidos,
está todo demasiado cerca.
Aquí se puede escuchar el nº 3 de Soy-Tan-Feliz-Que-Me-Cortaria-Las-Venas
Aquí se puede escuchar el nº 3 de Soy-Tan-Feliz-Que-Me-Cortaria-Las-Venas