miércoles, 31 de agosto de 2022

Cosas que pasan por mi vida


Hace mucho que no escribo. 

Recuerdo los tiempos en los que cualquier cosa daba para una entrada de 1000 palabras en el blog. Mi vida me parecía una aventura, y ahora no me apetece contar nada. 


Supongo que antes tenía complejo de Ana Frank, y creía que mi diario online serviría para catalogar una generación. Y ahora por fin, después de casi 20 años, me doy cuenta de que yo y mis pensamientos no sirven para generalizar nada. Además de que no me lee nadie. Estoy sola en mi blog y en mis pensamientos. 


¿Qué cosas ocurren en mi vida? 
Hace 3 días cumplí 46 años. Y cada vez más pienso que la edad física no se corresponde con la edad mental. Ojalá las personas se pudieran identificar por la segunda categoría sin sentirse fuera de lugar. 
Por ejemplo... mis clases de japonés. Una cosa que me ha hecho mucha ilusión este año es participar en clases online de Japonés. Después de descubrir las películas de Ryûsuke Hamaguchi y algunos manga, he vuelto a encandilarme con la forma de vivir y pensar nipona.


Gracias a los anuncios subliminales de Instagram descubrí un curso de verano de japonés que me ha encantado (hoy era la última clase). Y los alumnos y la profesora podían ser todos mis hijos por edad. 
Sin embargo, me sentía una igual. El día que aprendimos a decir nuestras edades en japonés lo pasé un poco mal. ¿por qué no podemos vivir con la edad con la que nos sentimos? ¿por qué no podemos elegir todos la edad que queremos tener en cada situación? 
Como en la película "Los sustitutos" quizás podamos hacerlo cuando sean unos robots humanoides los que nos representen en el día a día. Podremos ser quien queramos ser, y con la edad que queramos tener. 


Otra cosa interesante en mi vida es la vuelta al deporte. Yo ya lo sabía, el moverme y volver a activar mi cuerpo es necesario para la recuperación mental. ROOTS ha sido el gran descubrimiento del año. Llevo dos meses y ya me siento otra persona. 


Y el deporte va ligado a la salud mental, y visitar a mi psicóloga Berta y acompañar el tratamiento con una nutricionista, es la mejor decisión que he tomado este año. Veo la luz al final del túnel para muchos de los problemillas que he estado sufriendo en mi vida.


Tener un grupo de música, volver a disfrutar cantando, el reto de tocar el bajo... Me está motivando de nuevo a ser yo misma. A encontrar a la Lucía escondida que llevo dentro. 


En el trabajo me estoy conociendo a mi misma, mis límites, mis puntos fuertes, y los débiles. Intento superarme y mejorar. Intento apagar la versión tirana que hay en mí, intento ser más amable y practicar el noble arte de la paciencia.


Quiero leer más y no sentirme mal por no leer todo lo que quisiera. 
Quiero volver a escribir, quiero sacar fuera todas las historias que dan vueltas en mi cabeza. 


Quiero una casa con jardín, para plantar tomates y árboles frutales, y bajo su sombra alejarme del mundo para estar más conectada conmigo misma. 

Y quiero un gato. No! Espera! Eso ya lo tengo 😊😊😊