El trayecto al trabajo por las mañanas en coche se disfruta mucho en compañía, hasta el punto de que ojalá el trayecto fuera infinito y no se acabará nunca. Y por pedir... ojalá tampoco terminara de salir el sol, y que el cielo tuviera siempre ese color violeta anaranjado de estos amaneceres de Marzo que estamos disfrutando desde las distintas ventanas del coche.
Una de las conversaciones más recurrentes que mantenemos durante nuestros viajes trata de los sueños que hemos tenido en la noche anterior. Pero últimamente no recordamos nunca lo que hemos soñado. En la cama, dormida y dentro de mi propia cabeza, me digo a mí misma: "esto debo recordarlo para poder contarlo en el coche"
Pero uno se despierta, y la mente está en blanco. Tienes la sensación de no haber parado de soñar, y sin embargo no puedes recordar nada. Es una sensación parecida a la amnesia.
La última técnica es elegir una palabra clave durante el sueño para que a través de esa palabra, podamos recordar la aventura. Y esta noche la he puesto en práctica. En mitad de mi sueño recuerdo haber elegido hasta dos claves para poder recordar lo que estaba soñando. ¿Y cuáles son esas palabras mágicas?... No me acuerdo.
