domingo, 29 de diciembre de 2013

Otra vez


Otra vez enferma de la garganta. Si fuera Aquiles, mis amígdalas superarían a mi talón. Y esta vez si que me ha fastidiado el día de ayer porque tenía planes interesantes. Quedar con Moises para tomar café, con Elena para ir a ver "El Medico" y Fernando me había propuesto correr la San Silvestre de Benicassim con él, que era el 28 por la tarde. ¡Maldito frío, malditas amígdalas! 
Normalmente paso la enfermedad sola en casa, metida en la cama sin hablar con nadie. Pero esta vez mi nuevo compañero de piso estaba ahí para cuidarme. Me ha dado pastillas de própolis, té de Echinacea y me ha preparado una sopa de verduras picante. 
Después nos pusimos a ver "Misterioso Asesinato en Manhattan" y me quedé dormida al calor de la estufa. Desgraciadamente hoy me levanto y estoy peor. ¿Cuánto me durará esta vez?

viernes, 27 de diciembre de 2013

Estos son los "Entre días"

Hoy he aprendido una expresión nueva en alemán: "Zwischen den Tagen", son los días entre Navidad y Fin de año, esos que no cuentan, que no son festivos ni tienen nada de especial, pero que la gente disfruta igual, de vacaciones, de fiesta, de bacanal...
En días como estos yo lo tengo crudo, porque intento acoplarme a la vida de los demás, pero además tengo que lidiar con mi rutina de trabajo diaria. Ayer por ejemplo.
Me levanté a las 6am para llevar a Bartek a la estación. De allí me fui directamente al trabajo, hasta las 15h. Del trabajo a casa de Blanca a cuidar a sus hijos, y de la casa de Blanca al Etrusco a cenar con mis hermanos. Nada mas llegar me engullí un tercio para ver si me despejaba porque estaba a punto de caer redonda de sueño. Al final me animé y entre mis sobrinas y mis hermanos pasamos una horas muy divertidas.
Al salir del restaurante fuimos testigos de un pequeño accidente. A 100 metros de donde estábamos todos despidiéndonos un chico de aspecto descuidado que iba en bicicleta con un litro de cerveza en la mano se cayó. Cuando escuchamos el ruido y miramos en esa dirección, el chico ya estaba en el suelo, y la caída debió ser bastante aparatosa porque la bicicleta acabó del revés y la botella se le rompió en pedazos dejando una mancha enorme de cerveza en el suelo. Ninguno de nosotros movió un dedo. Mi instinto le susurró a mi cerebro que debería acercarme y ayudarle, pero mi cerebro dijo que na-nai. Miré a mi al rededor y ninguno de mis hermanos, ni de la gente que estaba en la puerta del restaurante parecía tener intención de hacer algo. Todos mirábamos asumiendo que era un vagabundo borracho, un loco, o algo peor.
El chico se puso en pie como pudo, murmurando, su ego dolido. Levantó la bici del suelo, y caminó hacia nosotros con un cigarro en la mano, como si no hubiera ocurrido nada. 
-"¿Tenéis fuego?"
Y de cerca parecía mas normal. Joven, desaliñado, alternativo, borracho... ¿no deberíamos haberle socorrido?

Cuando pasamos al lado del lugar donde se había caído, miramos la botella de cerveza rota en el suelo y había sangre al lado de los cristales. Me sentí fatal.

¿Me estaré deshumanizando? ¿Dónde ha acabado esa niña confiada y amable que solía ayudar a las ancianas desconocidas por la calle a llevar las bolsas de la compra hasta su casa? ¿Dónde le ha llevado la vida? La realidad le ha aplastado el corazón hasta convertirlo en un carbón negro y duro.

Y para acabar con mas mala leche aun, esta tarde he descubierto que mi Facebook se ha vuelto a activar solo ¡¿Pero que clase de magia negra es esta?! Cuando entré a desactivarlo de nuevo ya tenía unas cuantas notificaciones y un par de mensajes. ¡ARRRRRGGGG!

He cambiado la contraseña. Si vuelve a ocurrir pensaré seriamente en pedirle a Obama que me deje en paz (;P @fizquierdo79).

Y a pesar de que hoy ha hecho sol, mi cabeza no ha tenido un buen día. Veremos mañana.




jueves, 26 de diciembre de 2013

El viento


Según Wikipedia el viento es el flujo de gases a gran escala. 

En la Tierra, el viento es el movimiento en masa del aire en la atmósfera en movimiento horizontal. 

Günter D. Roth lo define como "la compensación de las diferencias de presión atmosférica entre dos puntos".


Según Pablo Neruda el viento es un caballo.

Según Robert Frost es el amante de las flores en los alfeizares de las ventanas.

Carga el aire de energía, despeina, arrastra basura, desestabiliza los coches, sacude los árboles, tumba postes, no deja dormir, y asusta sobretodo cuando tienes que coger un vuelo. 


No se preocupe usted Sr. Debinski, en cuanto sale el sol el viento se va a dormir. Bon voyage!

miércoles, 25 de diciembre de 2013

12 años de esclavitud


¿Es posible ir al cine a ver una historia terrible, basada en hechos reales, y seguidamente volver a casa y dormir plácidamente sabiendo que han existido injusticias y aberraciones de este tipo contra la humanidad y que aun las hay en muchas partes del mundo? Uno se dice a si mismo: "No puedo hacer nada" y se olvida. 
Y al día siguiente celebra la Nochebuena con su familia y no piensa mas en ello. 

Solo soy una chica tonta, sin mucha seguridad en si misma, sin muchos sueños ni expectativas. Sin pretensiones de ningún tipo. Aunque pusiera mi alma en ello ¿Qué podría conseguir? Si gente como Gandhi y Mandela no han podido mas que remover un trocito de historia, ¿Qué podría hacer yo si ni siquiera puedo poner orden en mi propia vida? 
Y sin embargo... me muero de vergüenza después de ver películas como esta, vergüenza por mi misma, y vergüenza ajena por el mundo. 

Me tapo los ojos, vuelvo a casa, y me olvido.

La película tiene personalidad, la marca de la casa de Steve McQueen, que también se puede distinguir en "Shame".  La manera de retratar los personajes, la fotografía, los espacios en silencio, la angustia... 

Tengo ganas de más Mr. McQueen.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Diccionario de Jana Nyklova: "Saloneros"

Salonero, a.

(Del aum. de sala).

1. m. y f. Persona (preferentemente de otro país) que ha recibido una invitación para pasar unos días en tu casa y acampa en el salón usando cualquier rincón para dejar sus pertenencias.


Mi amiga Jana se inventa palabras cada día, pero para cosas que curiosamente aun no tienen nombre. La Real Academia de la Lengua aun no ha considerado muchas situaciones que la sociedad de hoy en día necesita definir. Voy a hacer un diccionario online con sus aportaciones. 

domingo, 22 de diciembre de 2013

Lo mejor de la Navidad


Lo mejor de la Navidad. Tener a mis hermanos todos juntos durante unos días. 
Quedar para comer con ellos, luego para un café, para pasear, para cenar... y reírnos sin parar de los chistes navideños y de las cosas sin importancia. La vida parece mas fácil cuando estoy con ellos.

Lo mejor de la Navidad. Salir a comprar los regalos con Salo y Gonso, y entre tienda y tienda, un par de paradas para una cervecita. 

Ir todos juntos a ver las actuaciones navideñas de las pequeñas Merino y grabar vídeos y hacer fotos.

Los preparativos, el árbol, la decoración, los turrones (que siempre sobran) y hablar de lo que la abuela Nice va a preparar para Nochebuena. 
Y el día 24 rondar todos juntos por la casa, ayudando a sacarle el polvo a la vajilla buena, y a la cristalería que se guarda de año en año en el mueble del salón. 

Dejar la Tv puesta de fondo para que nos haga compañía aunque nadie la mire.

Y durante la cena, muchas anécdotas, muchas viejas historias y muchos chistes entre la crema de calabaza, el salpicón de marisco, los montaditos de jamón y el pavo relleno. 

Nos quedamos de sobremesa hasta las tantas con el café y los turrones.

Y los regalos... a veces hasta nos olvidamos de ellos.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Punk en acústico


Ayer estuve en otro mundo, en el Casal Popular, lo que era la antigua Queca.
El novio de Jana tocaba en acústico junto con otros cantautores y me hacía ilusión ir a verle y descubrir el ambiente en el que se mueve. 
Cuando estaba llegando me encontré con Vanesa por la calle y cuando le dije que iba al Casal Popular se quedó extrañada. Esa fue la primera señal de que lo que iba a encontrarme allí no iba a ser algo a lo que  yo estuviera acostumbrada. 
Una casa destartalada de 4 pisos, con cañerías rotas goteando y cajas por todas partes. Gente muy amable, punks de verdad como los de antaño, con múltiples piercings y tatuajes, auténticamente descuidados, no como estos punks modernos y precocinados que se visten en Zara y Primark. 
Se respiraba un buenrollismo que no veía en mucho tiempo, acostumbrada a un mundo en el que no te puedes fiar de nadie, en el que hay que guardar las apariencias, en el que hay mucho "guay" suelto... poder relajarme y ser yo misma fue lo que mas me gustó. La gente era lo que era, sin pretensiones. 
Cenamos allí mismo, comida vegana, burritos rellenos de fideos y pisto, pizza de verduras y tortilla de patatas sin huevo, con maiz, sémola y una salsa picante que no pude identificar. 
La música fue otra historia. Me gusta el rollo cantautor punk, pero no me sentía identificada con las letras, y lo que decían era básicamente lo mejor de la canción, porque las melodías no eran especialmente bonitas. En mi opinión, para hacer una canción hay que buscar inicialmente la melodía perfecta, que sea pegadiza y armoniosa. Luego viene la letra. 
Ellos llevaban el rollo contrario, concentrarse en las palabras, reivindicar sus derechos, expresar sus frustraciones y después acompañarlas con una melodía machacona. 
Eso si, los gritos y los Wooo!-Wooo! típicos no faltaron.

Era la primera vez que Joan, el novio de Jana, tocaba en público sus canciones. Canciones de toda la vida, que lleva recopilando desde que es un chaval. Es muy valiente dejar que otros escuchen lo que llevas dentro. Me han propuesto hacer lo mismo, pero como decía Amy Winehouse... No, No, No
  
El Casal Popular, un rincón muy curioso. No podría formar parte de ese mundo ya que no comparto su filosofía de vida, ni sus preocupaciones ni el gusto musical. Pero fue toda una experiencia. Hard Core! ;P



miércoles, 18 de diciembre de 2013

Hogar, dulce hogar.


Desde que vivo sola casi nadie ha pisado mi casa. Elena se quedó una noche a dormir este verano, y Eze vino un par de veces a tomar café, pero eso es todo. Mis dominios han permanecido cerrados al público.
Por un lado odio mi casa. Bartek y yo tenemos que seguir pagándola aun sabiendo que nunca nos va a dar beneficios. Es tirar dinero a un pozo sin fondo, negro y oscuro.
Por otro lado, toda mi vida está entre estas paredes. Me siento a gusto rodeada de mis cosas (sobretodo cuando consigo que estén ordenadas). Los colores de la cama, los dibujos de las cortinas, mis libros y cuadros, los relojes y los utensilios de cocina... todo es tal y como lo imaginé cuando era una adolescente y soñaba con tener mi propio piso.

Después de tanto tiempo sola, sin compartir mi espacio, voy a hacer un cambio radical. El domingo que viene tendré un nuevo compañero de piso, Ricky Pik, un amigo de Jana que necesita alquilar habitación durante un mes y medio. El señor Pik, que tiene mi edad, vive normalmente en Londres, tiene su propia empresa de jardinería y le gusta el deporte y la fotografía. Eso es todo lo que se de él.
Lo bueno de tenerle en casa es que seguramente veré mucho mas a Jana ya que estará con él casi todo el tiempo, y cocinarán en el piso y organizarán cenas exóticas y especiadas a las que espero acoplarme, o al menos hacer acopio de las sobras al día siguiente.

Me hace ilusión volver a tener compañía durante un tiempo para contrarrestar este maldito silencio.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Closed


Llevo un montón de años enganchada a las nuevas tecnologías. Facebook se había convertido en mi patio de recreo para exponerme con gracia y cotillear sin reparo las vidas de otra gente. Estar en contacto con el mundo se había transformado en un vicio, y cuando el móvil sonaba no importa lo que estuviera haciendo, necesitaba mirarlo urgentemente como si la vida me fuera en ello.
Me gusta contar mi vida, poner fotos de lo que estoy haciendo y con quien lo estoy haciendo. Se solía llamar "egolog", complejo de estrella. Hoy todos sufrimos ese síndrome, hablamos de nosotros mismos como si fuéramos gente importante digna de ser escuchados.
Cuando empecé con mi blog online me daba algo de vergüenza hablar de mi misma en ese tono, como si lo que yo tuviera que contar fuera importante... pero pronto me han adelantado otros, todos, el resto del mundo, y aunque aun hay muchos que se resisten a sentirse estrellas, y mantienen sus facebooks y blogs bajo mínimos, los hay extremadamente explícitos. No lo veo mal, no los critico, de hecho disfruto del paisaje.
Ayer cerré mi facebook, y aunque al principio pensé que mi yo interior montaría en cólera y haría un drama de ello, por el momento se ha levantado tranquilo y sereno. Me siento feliz de no saber nada de nadie. Por fin puedo vivir yo mi vida sin sentir que estoy observando por un agujerito la vida de los demás.
Todo empezó con unos dardos. Acerté tres veces seguidas en el centro y quise inmortalizarlo en Facebook con una foto. Mi amigo Kiko me lanzó una daga envenenada: "¿Por qué necesitas que todo el mundo lo sepa?" (Supongo que estaba algo amargado porque iba perdiendo). Pero el veneno hizo efecto y mi ego empezó a experimentar algo de "vergüencita". ¿Para que quería yo presumir delante de mis amigos y conocidos de haber hecho un triple tiro en el centro? ¿Para enseñarles lo buena que soy a los dardos? ¡Venga ya! 
También es cierto que llevaba muchos años sin sentirme bien conmigo misma, sin gustarme en las fotos, y sin hacer vida social. Lo de exponerse con orgullo en el Facebook es relativamente nuevo para mi. Antes lo hacía en palabras, las imágenes las intentaba ocultar. 
Volviendo a la historia. Después del triple centro salté de alegría y mi movil saltó conmigo pero en otra dirección. Cayó de canto y se quebró el cristal. No se si sería el alcohol o que llevaba mucho tiempo esperando que algo parecido ocurriera, pero no me afectó en absoluto. Se ha roto. Es un teléfono. No pasa nada. 
El sábado por la mañana se lo llevé a mi hermano para que me lo arreglaran. Ha encontrado un sitio de confianza en el que van a dejármelo como nuevo por un módico precio, y llevo ya dos días  incomunicada: sin Whattsapp, sin Instagram, sin llamadas ni mensajes ni pitidos, ni alertas ni alarmas. Y lo que podría haber significado un holocausto, de repente, se convirtió en una liberación. 
La sensación fue tan buena que decidí hacer un doble o nada. ¡Ayer noche borré mi cuenta de Facebook! ¡Ole! No digo que no la vuelva a abrir en un futuro próximo. En el Facebook tengo una serie de contactos que he conocido a lo largo de mi vida, de los cuales no volvería a saber nada mas si no es a través de su muro de facebook. No quiero perder el contacto definitivo con el mundo. Pero ahora... tiempo... 
Quizás vuelva a retomar regularmente esta plataforma de expresión personal, mucho mas sincera, mucho mas elegante y profunda. Y por fin escribiré otra vez para mi misma, sin reparos y sin miedo a ser expuesta a la masa, ya que cuento con una mano los buenos amigos que pueden estar interesados en leerme. 
Por el momento la sensación es buena, liberadora y feliz. Veamos si la adicción al saber se presenta en unos días y me exige su dosis de cotilleo.