martes, 25 de noviembre de 2008

Vampiros y caída libre

Ayer vi "Let the right one in" una película escandinava basada en un libro de terror de un tal John Ajvide Lindquist al que seguro le gustaba leer "El pequeño vampiro" cuando era pequeño.
Descubrí la película gracias a una herramienta magnífica que posee nuestro Mac para poder ver trailers de películas que aun no se han estrenado en España. Algunas de ellas ni siquiera llegarán a hacerlo.
(¿Somos todos conscientes de que la mayoría de las películas que existen en este mundo, algunas maravillosas, no van a llegar nunca a nuestras vidas? Viva Castellón).
Gracias a Internet y a un poco de tesón, podemos esforzarnos por encontrar algunas de estas joyas.
"Let the right one in" (Deja entrar al correcto) se titula así por una canción de Morrisey. Curioso.
Un vampiro no puede entrar en tu casa si no ha sido invitado previamente. Por lo tanto, si invitas a alguno, que sea al correcto, uno que sea tu amigo y no te vaya a matar. Siempre me han gustado las historias de vampiros, pero si encima se le junta el factor "niños" me gusta mucho mas.
Esta película destierra lo romantico de ser un chupasangre y le da un toque realista dramático. Uffff! Que duro es ser vampiro!
La recomiendo, aunque no se si va a llegar a nuestros cines. Yo me la he tragado en Escandinavo son subtítulos.
Pero el libro ya lo tenemos en ESPASA. Se llama "Déjame entrar" y se puede leer el primer capítulo en PDF en la página oficial.
Por último. Hoy he tenido una pesadilla.
Bartek y yo nos caíamos por un precipicio. El sueño era tan real que sentí el resbalón, y la angustia y la desesperación. Mientras caiamos miré a Bartek a la cara y él también me miraba, triste. Los dos, conscientes de que ibamos a morir nos abrazamos. Me desperté de golpe, y cuando me dí cuenta de que había sido todo un sueño casi lloro de la alegría. Bartek estaba tumbado a mi lado durmiendo y estabamos los dos vivos.
¿Cómo pueden los sueños llegar a ser tan reales?

jueves, 13 de noviembre de 2008

De vuelta

Menuda tontería tener miedo a la vuelta al trabajo. En realidad se tiene miedo a algo que no es real. Mi vuelta ha sido grandiosa. No me acordaba de lo mucho que me gusta trabajar aquí, hablar del tiempo con los clientes, echarme unas risas con mis compañeros, tomarme el cafetito de turno...
Sobretodo cuando se descansa, una vuelve con las pilas cargadas, llena de paciencia y de buen humor. Lo noto especialmente en el trato con los clientes. Lo que en otras ocasiones hubiera originado que me pusiera de mal humor, ayer me lo tomaba como algo sin importancia, y tiene su recompensa.
Ayer llegó una lady inglesa algo seca en una pequeña furgoneta. Le expliqué los precios y contesté sus preguntas con amabilidad. Le pedí que no moviera la furgoneta de la entrada hasta que no me hubiera dicho el número de parcela que había elegido. Después de un rato me doy cuenta que la furgoneta había desaparecido y ni rastro de la Lady. Eso es causa de enfado y en otra ocasión hubiera despertado en mi instintos asesinos, pero ayer... no me alteré, y cuando volvió la señora diciendo que ya estaba instalada en la B1-06 nisiquiera me molesté en decirle que lo había hecho mal (como normalmente hubiera hecho). Le recibí con una sonrisa y con él contato ya impreso. Al despedirse me pregunto mi nombre y me dió el suyo. Me contó que vive en Nueva Zelanda y ha estado viajando por Europa.
Hoy ha venido a pagar. Después de darle la factura y despedirme de ella me contó en un susurro que estaba escribiendo un libro sobre mujeres viajando solas para animar al genero femenino a aventurarse en viajes por Italia y Francia. Le dije que me parecía una idea estupenda y empezé a mirar a la Madame con otros ojos. ¡Así que se trata de una escritora! Por último me dijo con una sonrisa:"Y pienso nombrarte en algún capítulo"
Esto es lo que uno consigue por venir de buen humor de sus vacaciones.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Vacaciones


Y dentro de poco se me acaban. Tengo la sensación de que han pasado volando, pero creo que es por no haber salido de casa. Está claro que para desconectar hay que salir del entorno cotidiano. Un viajecito...
Sinembargo he adelantado mucho con mi vida. Mi casa tiene un orden del 65%, lo cual me enorgullece ya que ha estado siendo un caos total desde que nos mudamos. Aunque aparentaba ordenada, los cajones y los armarios eran una bomba de relojería.
¿Y yo? Pues mentalizandome para una renovación interior. Me cubro de productos cosméticos, libros y series de TV, que es lo que me hace sentirme bien.
Me culturizo, me pongo a escribir y a componer música y cotilleo lo que hacen mis conocidos por el "Facebook". ¡Esto si que es vida!
Me propongo andar 40 minutos al día, 6 días a la semana, comer menos dulce y escuchar mas la radio.
Paseando sin prisa se disfruta de la vista, y se descubren cosas increibles sobre la naturaleza. En la imagen una grua cubierta de estorninos. No quedaba ni un solo espacio libre.
Mañana viernes clase de holandés y por la noche juego a la lotería. Soñar con la posibilidad de ganar un buen puñado de dinero nos hace siempre mas felices.