Me queda pendiente contar el viaje a Paris, pero ya lo haré otro día.
Ahora no me quito de la cabeza la serie Dexter, y es que lo mio con los culebrones no tiene remedio. Son como películas muy laaaaargas, y si me engancho, no puedo parar de ver uno detrás de otro cada episodio hasta terminar todas las temporadas.
El fin de semana que estuvimos en Zaragoza Moises y Pilacha me hablaron de Dexter. ¡Que idea mas horrible! Un asesino en serie como protagonista. ¡A donde vamos llegar! ¡Menuda barbaridad!
Y un día Bartek me dice que tiene la primera temporada y que no está mal.
Pues bueno.... habrá que ver el primer capítulo.
Y ¡Zas! ya no pude dejarlo. ¿Como se puede sentir simpatía por un asesino? Y lo peor de todo ¿Qué pasa si Dexter inspira a algún pirado a hacer lo mismo que él? Osea, matar. Aunque según Dexter solo asesina a los que se lo merecen, ¿Y quien puede decidir eso? ¿Quién puede saber al 100% que alguien merece morir? La vida no es una película, no es facil dar con la respuesta exacta. No me puedo creer que a los americanos se les haya ocurrido hacer una serie así en un país tan lleno de psicopatas.
Mañana boda de Patri. He conseguido encontrar un traje que me sirva, pero como estoy blanca como la leche me he comprado autobronceador. A ver si mañana aparezco a manchas.
Mi hermana vendrá a ayudarme con las pinturitas, que lo hace muy bien. Es mi asesora de imgen privada, a parte de mejor amiga, editora personal y consejera delegada :) Y es que como dice Vanesa, las hemanas mayores molan mogollon.