miércoles, 9 de julio de 2008

Toca Paris


Esa es mi mano, y estoy en Versalles, concretamente en los jardines privados de Maria Antonieta, y es que la niña pidió que le construyeran su propia granja para poder hacer obras de teatro en las que ella era una pobre que cuidaba sus obejitas. Supongo que quería saber lo que significa ser humilde. Me pregunto si llegó a sentirlo. A lo mejor se hizo una idea aproximada cuando la subieron a la palestra para cortarle la cabeza.
Versalles fue increible. Sin duda lo que mas disfruté de este viaje a Paris. Sus jardines son impresionantes, con fuentes llenas de divinidades grecoromanas, y un Neptuno gigante saliendo del lago en su carroza. Me entraron ganas de llorar de la emoción y es que aquello es belleza pura.
Paseando entre las flores, uno puede llegar a imginarse la grandeza de Luis XIV y de Francia en aquella época, aunque he oido decir que olia a cloaca ya que usaban los jardines como retretes. Pasear por allí no sería tan agradable en aquel entonces.
El viaje a Paris estuvo bien en general. Hicimos muchisimas cosas y aun nos sobró tiempo para tomarnos unas cervecitas a precio de oro y ver a los españoles ganar la copa de Europa. Echamos de menos el revuelo en las calles, ya que no se escuchó ni un murmullo cuando Iker levantó la copa. Fue un poco extraño no oir los coches pitando ni los cohetes, ni la gente dando por saco toda la noche.
De museos fuimos al Louvre, Orsay, Pompidou, Jacquemart André y una exposición de Grace Kelly en el ayuntamiento.
Y los sitios de siempre, Torre Eiffel, Arco del triunfo, La Defense, Los Invalidos, Tullerias, Mont Matre, Moulin Rouge, Opera, Jardines de Luxemburgo, Barrio Latino, Le Marais, Campos Elyseos....
Sacamos tiempo para comer sushi con Isabel y para cenar creps con Patricia.
Un viaje completito.
Pero lo mejor, Versalles.