Pues la boda fue increible, y es raro que yo lo diga porque no me va la marcha, pero nos lo pasamos genial, la música puede animar hasta un entierro y el dj acertó poniendo hits de los ochenta. Estuvimos bailando hasta las 4 pasadas y cuando nos fuimos aun quedaban el joven anaconda y compañía haciendo de las suyas en la pista rodeado de holandesas, francesas y alguna española.
Pero empecemos por el principio. Y es que otra vez mi hermana nos sacó del apuro. Después de la peluquería ella me estaba esperando en casa para ayudarme a pintarme y después de pasar por sus manos, parecía otra.
Aconsejó a Bartek sobre los zapatos y al final le convenció para que llevara sus converse y la corbata finita de la calavera. Parecía una estrella del rock!
Yo salí del paso con el vestido de la talla 50 que conseguí en una tienda de barrio, pero me alegró el día cuando Sergio me dijo que le gustaba mi modelito.
La ceremonia muy bonita, mirando al mar y con el sol de la tarde aun dandonos de frente. El discurso del juez de paz fue una tabarra. Cuando el hombre tenía que haber hablado de amor, se puso a decir que la pasión se apaga y se queda en cenizas, pero que hay que intentar dejar alguna brasa para poder reavivar la relación. También habló de la perdida de libertad como si casarse implicara ser menos libre. ¡Menudo tacto!
Y bueno, a parte de eso, el discurso de la otra Patri fue muy bonito, seguro que a Patri le emocionó. Y el cocktail mientras escuchabamos a un cuarteto también fue mágico, tabla de quesos franceses, cucharitas de paté con salsa de frambuesas, vasitos de gazpacho con jamón, croquetas varias....
Las mesas estaban ordenadas por personajes de disney. Chip y chop era donde estaban las parejitas, Blanca Nieves para las amigas del colegio, los novios eran Mickey y Minnie y nosotros eramos Peter Pan, la mesa de los eternos jovenes, Eze, Sergio, Willy, Fernando, Olga y Diego, Bartek y yo ¡Que bien lo pasamos durante la cena!
Es cierto que luego pusieron una música algo muerma y casi me quedo frita. Estuve a punto de levantarme y marcharme a casa, pero después de un rato el Dj se puso las pilas y empezamos todos a animarnos. Sergio y JuanMari fueron los reyes del baile, seguidos de la propia Patri que no paró de bailar en toda la noche.
La verdad es que todos bailamos. Fue una gran noche.
Eze me asegura que los fines de semana son todos así. Tendré que salir mas.
