domingo, 23 de julio de 2006

Por amor al B arte K

Desde aqui se oye música y no tengo claro si se trata de los conciertos o de un coche en la calle. Es música bonita, de esa que ayuda a relajarse. Eso es justo lo que necesito para afrontar la salida de los miles de "flipers" que se alojan en el camping. Tengo que dormir bien esta noche.
Ultimamente veo poco a mi corazón. Cuando él llega yo estoy a punto de marcharme, y cuando llego yo el se ha ido ya. Pero siempre me deja algún rastro suyo, algo nuevo por descubrir que me recuerda a él.
Hoy por ejemplo había encima de la mesa una foto que tomó estando juntos en la calle. Un zepelin de cocacola cruzando el cielo por encima nuestro. Dijo que saldría muy oscura, pero ha conseguido arreglarla y al imprimirla parece una imagen de comic. Muy chula.
En realidad mi Bartek también es un artista. Opino que todo el mundo podría dar más de sí rodeado del ambiente adecuado.
Si nos mudaramos a Barcelona o a Paris y nos juntaramos con fotografos y escritores, pintores y músicos de jazz, acabariamos triunfando en un arte o en otro. Son las influencias las que acaban formando a una persona. Uno puede ser un artista, pero si no tiene la oportunidad de desarroyar su espíritu, al final se queda escondido.