Ayer estuve en otro mundo, en el Casal Popular, lo que era la antigua Queca.
El novio de Jana tocaba en acústico junto con otros cantautores y me hacía ilusión ir a verle y descubrir el ambiente en el que se mueve.
Cuando estaba llegando me encontré con Vanesa por la calle y cuando le dije que iba al Casal Popular se quedó extrañada. Esa fue la primera señal de que lo que iba a encontrarme allí no iba a ser algo a lo que yo estuviera acostumbrada.
Una casa destartalada de 4 pisos, con cañerías rotas goteando y cajas por todas partes. Gente muy amable, punks de verdad como los de antaño, con múltiples piercings y tatuajes, auténticamente descuidados, no como estos punks modernos y precocinados que se visten en Zara y Primark.
Se respiraba un buenrollismo que no veía en mucho tiempo, acostumbrada a un mundo en el que no te puedes fiar de nadie, en el que hay que guardar las apariencias, en el que hay mucho "guay" suelto... poder relajarme y ser yo misma fue lo que mas me gustó. La gente era lo que era, sin pretensiones.
Cenamos allí mismo, comida vegana, burritos rellenos de fideos y pisto, pizza de verduras y tortilla de patatas sin huevo, con maiz, sémola y una salsa picante que no pude identificar.
La música fue otra historia. Me gusta el rollo cantautor punk, pero no me sentía identificada con las letras, y lo que decían era básicamente lo mejor de la canción, porque las melodías no eran especialmente bonitas. En mi opinión, para hacer una canción hay que buscar inicialmente la melodía perfecta, que sea pegadiza y armoniosa. Luego viene la letra.
Ellos llevaban el rollo contrario, concentrarse en las palabras, reivindicar sus derechos, expresar sus frustraciones y después acompañarlas con una melodía machacona.
Eso si, los gritos y los Wooo!-Wooo! típicos no faltaron.
Era la primera vez que Joan, el novio de Jana, tocaba en público sus canciones. Canciones de toda la vida, que lleva recopilando desde que es un chaval. Es muy valiente dejar que otros escuchen lo que llevas dentro. Me han propuesto hacer lo mismo, pero como decía Amy Winehouse... No, No, No
El Casal Popular, un rincón muy curioso. No podría formar parte de ese mundo ya que no comparto su filosofía de vida, ni sus preocupaciones ni el gusto musical. Pero fue toda una experiencia. Hard Core! ;P