miércoles, 24 de septiembre de 2008

Peñiscola gris

Me he descontado de las veces que he ido al castillo de Benedicto XIII, porque cuando viene gente de visita, Peñiscola es parada obligatoria. Pero cada vez he aprendido algo nuevo de la historia de los Templarios y de la vida del Papa Luna.
Cuando estoy allí siempre me ocurre lo mismo, empiezo a pensar en el paso del tiempo, la eternidad y lo increible que és estar pisando el mismo suelo o tocando las mismas piedras que pisaba un caballero en el siglo XIV. Estonces la cabeza me da vueltas, me mareo, y me tengo que sentar a contar ovejas para no volverme loca.
Esta vez había una exposición sobre templarios en la sala del conclave y descubrí cosas muy interesantes sobre la orden.
"Ecce quam bonum, et quam iucundum habitare fratres in unum"