lunes, 28 de mayo de 2012

Lunes de verano


Igual que hicimos algún que otro domingo en nuestros años de EGB, Elena, Miriam y yo nos hemos ido de excursión juntas.
Existe gente en tu vida que no importa el tiempo, ni la distancia que os separa... cuando os volvéis a reencontrar siguen bien atados los lazos que unisteis a los 12 años. Porque esa es la mejor edad para hacer amigos, la pre-adolescencia, el descubrimiento de la pubertad... el colegio une para toda la vida.
Y esa es una de las cosas de las que hablábamos hoy Elena, Miriam y yo mientras tomábamos el sol semidesnudas en una de las calas de la Renegá: La escuela y la educación de los niños de hoy en día.
Miriam es partidaria de la educación en casa ya que en el ambiente hippy en el que vive ella en Irlanda es algo muy habitual.
Elena y yo pensamos que esa opción es un poco peligrosa. El niño no tendría amigos de su edad ni desarrollaría sus habilidades sociales, y la madre acabaría neurótica, porque... yo he sido aupair en Irlanda, y a la vuelta he cuidado de dos niños maravillosos durante muchos años, y después he convivido con mis 2 sobrinas, y reconozco que estar 24 horas al día con ellos puede acabar en trombosis cerebral.
Una madre necesita tiempo para ella misma, para poder valorar los momentos que pasa con sus hijos. Esa separación es necesaria en la relación de madre e hijo, y para que el niño crezca normal, sabiendo afrontar los problemas de una escuela de primaria, preparándoles para los futuros problemas reales de la vida.
No dejo de pensar en lo mal que lo pasé a veces en el cole, y en si soportaré la idea de que mis hijos pasen por la misma tortura. Pero por otro lado, hubo cosas muy buenas, como aquellas excursiones...