El cumpleaños de Ezequiel ha sido una catapulta a la vida. Organizando la fiesta para mi gran amigo me he sentido tan bien como en los viejos tiempos. He salido, he hablado con la gente y me he reido muchísimo. Ayer de repente todo el mundo estaba de buen humor y yo pertenecía a ese ambiente.
Ha sido un cumpleaños perfecto para todos, dificil de superar.
Kelo, ¡Te quiero un montón!