miércoles, 6 de marzo de 2013

De catarros y otros viruses


Tercer día. Los dos primeros han sido muy duros, pero hoy ya ni me acuerdo de por qué. Ni si quiera he tenido ganas de llorar. Hoy parece que nada de esta historia es demasiado importante y sigo mi vida con normalidad.
Si me siento así el tercer día, dentro de un mes seré una persona nueva, recompuesta y fuerte. Podré reinventarme con las piezas que yo elija. Espero saber escoger bien esas partes y ser yo misma para siempre, sin mascaradas ni metamorfosis, manteniendo las partes de mi carácter unidas, sin dejarme ninguna tecla mal colocada.
Siempre he sabido como era yo, o como quería ser (si es que no es lo mismo) y ahora me siento con fuerzas para materializarlo. Tengo tantos sueños que se me salen por las orejas.