Hace diez años empecé una etapa en mi vida llena de duros muros que derrumbé con energía y de zanjas muy altas que he saltado con orgullo.
Tengo recuerdos de reuniones, excursiones, viajes y descubrimientos varios.
También empezó a partir de entonces un declive en mi autoestima que me ha ido matando poco a poco, a mi y a mi alma creativa. Al paso del tiempo todo a mi alrededor se volvió gris y al final apenas disfrutaba con nada.
Puedo verlo en mi blog, en lo que escribía, en lo que escribo... es como si el ansia se hubiera transformado en aire, y se hubiera volado en uno de esos temporales de Benicassim.
No puedo decir que vaya a volver a ser la que era antes. No lo creo. La vida me ha cambiado demasiado como para poder volver a ser la misma. Pero si que voy a cambiar, eso seguro, ya que lo quiera o no lo quiera ahora empieza otra etapa, y puedo ver que el futuro es de color rosa, un rosa suave nada estridente. Mi color favorito.