Paseando con mi amigo Sergio un día por Castellón nos paramos a ver una casa antigua que había sido derruida.
"Fijate en las paredes"- me dijo- "Aun se pueden ver rastros de vida en ellas. La sombra de un cuadro... un armario empotrado... a veces hasta una taza en una estanteria..."
Y desde entonces disfruto viendo edificios que han sido demolidos, cada estancia forrada de papel decorativo formando un patchwork armonioso.
Marcas de escaleras que en un tiempo fueron utilizadas. Grifos del baño aun pegados a la pared. Azulejos de cocina con motivos frutales, un espejo roto... Uno no deja de imaginarse las historias que habrán visto esos muros... Ummm... Despierta los sentidos. Yo digo que es arte. Al menos una fuente de inspiración.