domingo, 4 de febrero de 2007

bendita rutina

Estos últimos días estoy de mejor humor. Puede ser por que he mejorado mi dieta. Me he propuesto comer sano y dejar descansar el estomágo 4 horas mínimo entre comida y comida. Mi meta no es adelgazar, sino vivir más tiempo. Visto desde cualquier otro punto de vista se podría decir que mi vida es aburrida, pero yo disfruto de cada momento de mi rutina diaria, y todo lo que hago que no pertenece a ella, le añade sabor a mi existencia.
Esta mañana por ejemplo, me senté en el sofá al lado de Bartek que se había quedado dormido viendo MacGyver y me leí de pe a pa una revista de moda que había seleccionado cuidadosamente en el quiosco el día anterior. Esos momentos de evasión del mundo me encantan. Miestras leo los artículos y las entrevistas mi mente viaja por espacios llenos de glamour y cultura, ajena al reloj, la lluvia y el desorden de la casa.
Otra cosa que no hacemos todos los días es pasear juntos. Bartek y yo tenemos horarios muy distintos y coincidimos pocas veces durante la semana. Cuando podemos nos damos una vuelta de una hora por la playa, y respiramos el aire húmedo del mar mientras hacemos planes y nos contamos historias o discutimos sobre nuestra filosofía loca. Me encanta mi marido, tiene una personalidad y un caracter tan enigmáticos que nunca me canso de estar con él. Es como conocerle por primera vez todos los días. ¡Y este més hacemos 4 años juntos!
Me gusta hacerme un té para acompañar a la cena. Me gusta hablar por teléfono con mis amigos y recibir emails y mensajes de movil. Me gusta llamar a mi madre a última hora del día para hablar del tiempo y de la familia. Me gusta sentarme sola en el salón cuando Bartek se ha ido a trabajar y pensar en mi abuelita y en lo mucho que la echo de menos. Y me gusta dormirme viendo la tele y sentir como se me cierran los ojos de cansancio sin preocuparme, porque he puesto el timer para que el aparato se apague cuando yo ya esté dormida.