jueves, 10 de octubre de 2024

KINSHU- Tapiz de Otoño de Teru Miyamoto

Mi historia con este libro comienza el 12 de Abril de este año. El día del concierto con "Dropkick" en el Because. 
Nuestro promotor y ahora amigo, Fernando, me trajo el libro a la prueba de sonido como un préstamo. Habíamos estado hablando de literatura japonesa, y nos hacía ilusión, a él dejarme y y a mi recibir, uno de sus libros preferidos. La idea era continuar con esta cadena de préstamos literarios para perpetuar la amistad a través de un interés común: la cultura nipona. 

Empecé la lectura con muchas ganas y lo cierto es que me enganchó en seguida la historia escrita en formato epistolar en la que a base de leer la correspondencia entre Aki y Yasuaki te enteras de todos los entresijos de sus vidas, de cuando estuvieron casados, de la razón de su ruptura, de la evolución de sus vidas después del divorcio... Secretos y esperanzas, que describen a un par de personas perdidas en la vida (una más que otra) entre el pasado y lo que está por venir. 

Pero en mitad de la lectura, me pilló una mudanza de por medio, y la gran depresión de deshacerme de un montón de libros que había acumulado desde la infancia... pero esa es otra historia...  Aparqué "El Tapiz de otoño" en mi mesita de noche esperando retomar la lectura con más tranquilidad, pero...  llegó el momento de devolverle el libro a Fernando y aun no lo había terminado de leer. Me dio vergüenza reconocerlo y se lo entregué a cambio de otro, que espera actualmente paciente su turno encima de mi escritorio. 

El caso es que nadie me estaba obligando a terminar de leer la novela, pero ese libro no dejaba de rondarme la cabeza... estaba decidida a saber el final de la historia. Aki y Yasuaki aun tenían mucho que contarme y yo me moría de curiosidad.

Así que me decidí a hacerme con una copia del libro para poder terminarlo. Lo que no sabía era que esta novela ya no se editaba, y que el precio era desorbitado. Pensé en comprarla para Kindle, pero una mala crítica a la traducción de la edición digital me echó para atrás. La busqué por todas las librerías de segunda mano que conocía pero nadie había oído hablar ni de la novela ni de su autor. 

Encontré a un tipet que la vendía en una app de segunda mano, pero pedía un precio muy alto y aunque me picaba mucho, no quería gastarme ese dinero para terminar de leer unas cuantas páginas. Regateé el precio pero no recibí respuesta... Así que prolongué la búsqueda un poco más.

Acabé pidiendo ayuda a Bartek para descargarlo de internet, pero a pesar de sus habilidades extraordinarias para encontrar tesoros en la red, solo encontró una versión en PDF, con las páginas del libro escaneadas, de una edición en inglés. Comencé a leerlo en el móvil, pero la pantalla y el idioma le estaban quitando el atractivo a la historia. Así que abandoné de nuevo a Aki y a Yasuaki...

Después de un tiempo, encontré en internet a un buen samaritano que vendía el libro a un precio razonable, lo compré y lo he recibido hace unas semanas, bien envuelto e increíblemente bien cuidado. El libro parece nuevo, y solo lo delata una pelusilla de polvo en el lateral de las páginas que no consigo hacer desaparecer. 

Hoy por fin lo he terminado.

Aki y Yasuaki terminan su correspondencia dejando al lector con buen sabor de boca, sabiendo que a esos dos aun les quedan muchos años por delante. Sus vidas no serán un camino de rosas, pero han conseguido cerrar heridas del pasado y saben con certeza que ambos son buenas personas y se aprecian mutuamente. 

Al terminar el último capítulo, se me ocurre que quizás el universo me puso tantas trabas para terminar el libro porque quería que lo acabara en otoño, justo cuando la historia de la novela termina, para poder visualizar mejor las hojas caídas y el comienzo del frescor otoñal, dejando por fin el calor (y otras cosas) atrás.

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