viernes, 14 de diciembre de 2007

Londres: dia 2


En el dia de mi santo fui a llevarle flores a Freddy. Hace ya 17 años de su muerte y aun hay pintadas en su puerta y velas encima del telefonillo.
Fuimos a Regents Park y a Hyde PArk a ver la estatua de Peter Pan. Desde que me lei el libro siempre quise pasar por alli. Era exactamente como lo habia imaginado. Los animales no tienen ningun miedo a la gente y les persiguen por el parque. Hasta las ratas se te acercan para saludar.
En Hyde Park fuimos a una extraña exposicion con luces de un tal Anthony McCall. Interesante y muy divertido.
El Royal Albert Hall es impresionante, pero aun es mas increible la estatua en memoria de Alberto, marido de Victoria, y que esta justo enfrente. Es algo que nadie deberia dejar de ver.
Fuimos al Natural History Museum, del cual solo pudimos ver en escasas dos horas la parte de los dinosaurios y un poco del cuerpo humano. Luego nos cerraron y nos dedicamos a buscar un sitio donde comer.
Tiendas japonesas por todos lados. Me dio mucha rabia encontrar cosas preciosas que no puedo comprar porque no tengo sitio en la maleta. Tengo que volver sin equipaje, o mejor aun, quedarme a vivir aqui.
Compramos pastelitos de arroz y judia roja en una bomboneria japonesa y luego nos fuimos a comer sushi a un self servis llamado "Sushi & Bento" Riquisimo.

Nos fuimos a Oxford Street y entramos en un pub llamado Bloomsbury para tomar una cerveza y hacer tiempo para ir a recoger a Emma que llegaba en un tren nocturno. Alli un tio algo extraño se nos puso a contar su vida. Marinero, profesor de fisica, nos conto como habia viajado por todo el mundo. Llevaba una bolsa llena de libros. Cuando le dijimos que Bartek era Polaco saco un libro de su bolsa, "Viajes de Herodoto" de Ryszard Kapuscinski, autor y periodista polaco. La conversación continuó y hasta después de un rato no descubrió que yo era española, para nuestra sorpresa sacó de su bolsa un libro de actualidad que se llama "The Ghosts of Spain" ¡Toma ya!
El marinero nos contó miles de historias de los años 70 en Londres, muy interesantes y muy inquietantes. Después de unas horas escuchando le dijimos que debíamos despedirnos ya que teníamos que ir a buscar a una amiga que llegaba de Paris en tren. 

-¿A qué estación llega?- preguntó

-A la de Kings Cross St. Pancras

El señor sonrió y sacó un tercer libro de su bolsa. Cuando leímos el título nos quedamos alucinados: The transformation of st Pancras station