Si que hacía tiempo que no iba a Castellón en fiestas. Todos estos años me he escondido en la tranquilidad de Benicassim y no me he dejado ver ni para un vinito en el mesón. Pero bueno... un día es un día, y después de hacer un largo viaje en coche a Valencia (con mareo incluido) solo para comprar productos asiaticos en un supermercado del barrio chino, bien nos merecemos una cervecita magdalenera.
Así que allá fuimos Bartek y yo entre la muchedumbre y el olor a meado rumbo al mesón de la tapa y la cerveza donde habiamos quedado con Eze. ¡Cuánta gente! ¡Cuánto ruido! ¡Que ganas de irme a casa! Después de todo logro superar la agorafobia y me lo paso bastante bien.
Sigo pensando que eso de salir no es lo mio, ojalá no hiciera falta cruzar la puerta de casa para relacionarse con el mundo.
¡Magdalena Vitol! ¿O era "Visca" Magdalena?