Ultimamente me esfuerzo en tener más vida social de lo habitual, y es que el buen tiempo lo requiere.
El jueves pasado Bartek y yo comimos en el Voramar con Paula S., Blanca y su perro Rasta. Estabamos tan agusto al solecito que acabamos pidiendo postre y café por no movernos de la mesa. Es magnífico comprobar que a pesar del tiempo y la distancia las buenas amistades siguen intactas.
El viernes, día de las paellas en Benicassim, nos apuntamos a comer con Patri y Natalia B. Creía que no conocería a nadie, pero cuando llegué allí, atravesando miles de puestos de paella y sorteando petardos y leños, me encontré con muchas caras conocidas, entre ellas Raquel, compi de los viejos tiempos en los que jugabamos juntas a hockey.
El mundo es un pañuelito. La paella me supo a gloria.
Por la tarde en Shangrila tocaba el nuevo grupo de Luis S. "Los Reactivos" y "Lula". Los primeros me parecieron más de lo mismo, y Lula no estuvo mal. La imagen de Patricia Escoin & Co. es envidiable, tienen un look super refrescante y lo hacen muy bien en el escenario, pero la música no me termina de gustar, de hecho no acabé de ver el concierto. Creo que me agobié por la cantidad de humo que se respiraba.
Esa noche aun salí un rato más y estuve en los Toneles con Willy, Andrea y Ezequiel. Discutimos sobre los prejuicios de la gente con respecto a la música comercial, pero este es un tema con mucho carrete del que hablaré en otra ocasión.
Eze durmió en el comodísimo sofá de mi casa y esta mañana nos fuimos a desayunar a Alfredo Marqués café con leche, zumo de naranja y croissant con mermelada. Después nos dimos un largo paseo por la playa. El tiempo que hace es envidiable y no se puede desaprovechar. Ya hemos decidido que lo de pasear los sábados por la mañana tiene que convertirse en una rutina cuando finalemente se venga a vivir a Benicassim. A ver si es verdad.