A veces me sorprendo a mi misma sintiéndome frágil e indefensa como cuando era una adolescente y me sentía infravalorada por el resto de mi clase.
Cuando recuerdo ahora esos momentos del pasado veo claro que el problema eran los otros y que yo era una persona altamente sensible a la que le afectaba cualquier actitud, palabra o mirada que interpretara ( o malinterpretara ) como rechazo.
A pesar de que ahora me considero una persona racional, segura de si misma y fuerte, siguen ocurriendo situaciones injustas en las que alguien ( sin importancia en mi vida, a veces un desconocido ) me da una mala contestación o me llama la atención por algo que claramente no es mi culpa. Y aunque racionalmente sé que no debería afectarme, mi yo adolescente inseguro y delicado del pasado, asoma de nueva por mi cabeza y me siento mal durante horas... días...
Intento darle una charla motivacional a la parte de mi que se siente mal, racionalizar la situación, empatizar con el atacante para entender su actitud, y aun así no consigo mejorar mi estado de animo. Una sensación que todos conocemos, como cuando te pillan copiando en un examen de historia en el instituto y se lo dicen a tus padres. Una especie de culpabilidad, auto decepción y vergüenza.
Y es absurdo, lo sé, pero no es posible esquivar la avalancha aplastante de sentimientos negativos.
Y pienso... si una persona adulta con kilos de experiencia a la espalda no puede superarlo...
¿Cómo podía hacerlo una niña de 16?
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