Después de muchos meses en terapia, esta semana por fin parece que mi psicóloga tiene un diagnóstico.
-Tienes T.C.A.
¿No me digas? Creo que eso es lo único que tenía claro desde el principio, que tengo un problema con la comida y que cada vez que tengo un momento feo en mi vida (últimamente muchos) no puedo controlar la ingesta. Me agarro a los hidratos como si fueran una cuerda y yo estuviera colgando de un precipicio.
Al menos ya conozco a mi enemigo y le puedo mirar desde otro ángulo.
Quizás pueda pegarle un buen gancho de izquierda en el costado.
F*ck you TCA!
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