El lunes pasado empecé las vacaciones que van a durar 4 semanas. Aun tengo el sentimiento amargo de los últimos detalles sin zanjar del trabajo. Unos cuantos días mas y quedarán en el olvido.
Esta semana es una preparación a la locura que empezará el domingo que viene. Voy a visitar 3 capitales europeas en 10 días. Bueno... en realidad voy a visitar a amigos, las ciudades son lo de menos. No hay nada que no se pueda ver en National Geographic, pero abrazar a una amiga que hace tiempo que no ves y tomarse un café con ella cara a cara, no tiene precio.
Lo mas emocionante será viajar, y alejarse del mundo conocido, del hogar y las frustraciones. Descubrirme a mi misma y serme fiel, apoyarme, confiar en mi...
De repente el YO cobra fuerza y se convierte en lo único importante en estas vacaciones. Desgraciadamente se por experiencia que el tiempo pasa como un soplo de aire y en breve y sin darme cuenta ya estaré otra vez metida en la rutina diaria tan odiosa. A no ser que el destino tenga alguna sorpresa destinada para mi, algo inesperado que cambie definitivamente el resto de mi vida.