domingo, 22 de enero de 2012

La magia de hacer café



El café por la mañana nada mas llegar a la oficina es lo mejor del día.
Con la nueva dieta tengo derecho a un café con leche para desayunar, así que me tomo ese privilegio como un acto religioso y lo aprovecho al máximo.
Lo curioso es que depende de quien lo prepare, sabe de una manera o de otra. A mi siempre me sale terriblemente mal por mucho que lo intento. Así que espero a que llegue Sonja y me lo prepare ella, y siempre sabe mucho mejor.
En el bar del camping pasa exactamente lo mismo, dependiendo del camarero que haya en ese momento el café es delicioso o imbebible. ¿Y de que depende? se trata de la misma leche, la misma marca de café y la misma máquina. ¿Está el secreto en el karma? ¿Una energía especial que invade a la persona mientras lo prepara?
Es uno de esos misterios de la vida que hacen que crea en las fuerzas del universo.
Después de mucho tiempo, he vuelto. No tengo claro que vaya a escribir mucho, pero leyendo las entradas antiguas me ha dado pena no saber que ha sido de mi durante estos últimos años. El tiempo pasa volando y cuando sea una ancianita seguro que me gustará leer lo que yo pensaba a los 35 años.