Bartek ha cambiado de trabajo, aunque en realidad sigue haciendo lo mismo pero en otro hotel. Su horario es un infierno, porque trabaja también de noche, pero 2 horas más, de 22h a 8h. Lo bueno es que el trabajo es mas interesante, la gente es más profesional, y como el hotel es de mayor calidad tendrá que soportar menos quejas.
Lo malo... que casi no nos veremos.
Hoy entraba a las 9 de la mañana porque estos días quieren tenerle de día para entrenarle. Nos hemos levantado a las 8h, hemos tomado un té juntos y hemos escuchado música. Luego le he acompañado al hotel bajo un sol radiante. Es una pena que no pueda ser siempre así. Algún día conseguirá un trabajo normal, con horarios normales, y podremos llevar una vida normal.
¡Qué guapo está con el traje!