Carla cada día me sorprende más. Es una niña tan diferente que es imposible predecir sus pasos. Nadie es capaz de convencerla de algo, ella crea su própia ley. Tiene tanta personalidad que me abruma.
Hoy después de ducharse la veo caminar por el pasillo con su pijama rosa y zapatos de tacón como si fuera lo mas normal. Camina con soltura, se sienta y cruza las piernas con mucho estilo.
-"Son mis zapatos de baile"-me dice- "¿Me das cocacola?"
Yo me emociono y le empiezo a hacer fotos. Con esos tacones parece Dorothy en busca del Mago de Oz, pero no se lo digo.
Al despedirme en la puerta le susurro: "Eres un hada" y ella sonrie.