El otro día vi por fin "Mi vida sin mi" de Isabel Coixet. Después de 15 minutos del film empecé a llorar y no paré hasta el día siguiente.
Es fantástico que aun existan películas que nos hagan sentir humanos.
La película era un libro de poemas, cada secuencia era una rima perfecta.
Me gusta la idea de bondad, la falta de egoismo de Ann, que se va a morir y quiere que su marido encuentre otra mujer... todos los mensajes de cumpleaños que graba para sus hijas hasta que cumplan los 18... su serenidad ante la muerte. Yo probablemente me hubiera puesto histérica y les habría pedido a todos que se compadecieran de mi.
Todo el mundo debería ser como Ann. Todo el mundo debería preparar su muerte aunque aun quede lejos y disfrutar del momento.
Todo el mundo debería intentar que su vida sea perfecta sin ellos mismos.
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