Esta soy yo con 15 años en 1991, durante una sesión de fotos familiar donde me fundía por completo y desaparecía. A esa edad tenía un gigantesco mundo interior, y sin embargo en familia, me hacía invisible.
Mi madre está pasando por un momento duro, no sabemos sin son las medicinas que toma por el dolor o si la demencia le ha golpeado de repente, pero desde hace unos meses, no reconoce la casa donde vive. Cada día pregunta dónde estamos, y se cree que le tomamos el pelo cuando le decimos que estamos en casa. “¿Cuál de todas?” - nos pregunta…
Para intentar apaciguarla y situarla en el espacio y el tiempo, le sacó los álbumes de fotos y empezamos a mirar juntas los retratos familiares. Y ¡Bum! Me golpea el recuerdo del pasado, cuando yo no sabía quién era, no tenía claro que mis pensamientos tenían poder.
Ojalá pudiera volver con una máquina del tiempo y hablar con esa niña de 15 años ingenua y soñadora, para decirle que va por buen camino.